Sólo, apenas y tan sólo...
regálame tus besos,
tus sábanas doblando en esa esquina
sutil que sorprende tus piernas.
Regálame tu abrazo: esos dos minutos
nunca estarán de más,
nunca estarán de menos. Te lo juro.
Llega tarde al trabajo, cierra el libro,
abre la boca
toda llena de abismos, ¡qué praderas!
Ábrete, llaga
nacida del fervor para mis ansias,
ondulación, promontorio de esta fe
que no se acaba.
Toda tú y tu espalda, dorso de la noche,
inventa la penumbra suspensa de un rescoldo
que corona tu cercada inocencia.
Siempre mi latitud
hambrea en tus rincones,
sierpe de sombras
que muere en tus cortezas.
Fruta sólo alcanzada para arribar a Dios.
Posesión de la gracia de tu nombre.
Ábrete.
Botón que has de crispar
con la sola imaginación
de mis dedos, ah fiebres.
Tan sólo, solamente, sólo...
abre entre tus pechos el canal
para estos vasos,
carretera de sienes no gastadas.
Ábreme todo tropel del instinto
y copas marineras y ansiadas bitácoras
que nunca se grabaron
sino en tu sangre.
Ábrete, sésamo, tálamo, vertiente fluida
que al calor hace extensivo, ah brasa,
por entre mis enhiestos dardos
que domeñas con el beso más beso
de tu aroma. Tanto y tú.
Ábrete, mujer.
Que todo he venido a irrumpir
desde esa ausencia tan vaga que tienen
nuestras soledades, ahora unidas.
Ábrete, nardo, cala, puerta
de la casa que soñamos
en medio de los árboles.
Mujer, ábrete, siempre virginal y necesaria.
Nunca, jamás
nadie me ha apartado de tu abrazo.
Estoy aquí para tu mano y tu boca y tu deseo
de par en par para este amor, abiertos.
Ya no sé sangrar si no es de tus pupilas.
Ya no sé besar si no es con tus nacientes.
Rebalsado de todo he de morir
para nacer contigo.
Abiertos somos cada vez que besamos.
De El libro del (buen) amor. Casa de poesía, 2016
pintura del costarricense Rolando Cubero, Premio Nal. de Pintura, (Barva de Heredia)
Comentario
gRACIAS, Iris, por tan bello comentario, abrazos
gracias, María Elena, por pasar y dejar tu huella, abrazos
GRacias, Ma. Beatriz, por tu letura, los versos que reproduces y tu comentario que me motiva, ahora sí, abrazos
Toda tú y tu espalda, dorso de la noche,
inventa la penumbra suspensa de un rescoldo
que corona tu cercada inocencia.
Siempre mi latitud
hambrea en tus rincones,
sierpe de sombras
que muere en tus cortezas.
Ahora si, todas tus letras se vuelcan en interesantes metáforas mi querido Ronald!
Nunca, jamás
nadie me ha apartado de tu abrazo.
Estoy aquí para tu mano y tu boca y tu deseo
de par en par para este amor, abiertos.
Ya no sé sangrar si no es de tus pupilas.
Ya no sé besar si no es con tus nacientes.
Rebalsado de todo he de morir
para nacer contigo.
Abiertos somos cada vez que besamos.
Uff... ¡Maravilloso!
Muchas gracias
Felicitaciones poeta!!
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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