LOS TRES REYES MAGOS

Esta festividad navideña, como muchas otras, excepto San Nicolás y el Árbol de Navidad, llegaron a América Latina con los conquistadores españoles.

 ¿Cuándo se origina esta festividad con poco arraigo en Nueva Esparta y otras regiones venezolanas?

El 6 de enero de 2005 V.M.M.  recordó en el periódico  El Sol de Margarita  de Porlamar que “Para conocer a quien había sido anunciado como el salvador de la humanidad, tres sabios siguieron una señal en el cielo que les guió hasta Belén, donde rindieron tributo a Jesucristo a  quien reconocieron, en representación del mundo conocido hasta entonces, como el Rey de Reyes, de acuerdo con la tradición católica”.   Que “luego, a los fines de conmemorar ese momento “el mundo cristiano estableció el Día de Reyes, fecha en la cual se celebra el tributo ofrecido por  los tres viajeros en la forma de oro, incienso y mirra”.

La periodista añadió que “Aún se desconocen con precisión detalles como a partir de cuándo comenzaron a ser considerados reyes o en qué momento se establecieron sus nacionalidades”; no obstante, “diversas fuentes documentales señalan que sus nombres surgieron en un texto Biblioteca de Paris entre el siglo V y el VII”. En este documento “se habla  ya de Melchor, el anciano; Gaspar, el joven y Baltasar, negro o moro, generalmente representado con espesa barba”, estimándose que “ocho siglos más tarde comenzaron a ser relacionados con los descendientes de Noé: Sem, Cam y Jafet”, y de esta forma “Melchor simboliza a los herederos de este último y su obsequio, el oro, representa la realeza; Gaspar a los semitas de Asia y para representar su divinidad obsequió incienso, mientras que Baltasar, identificado con los hijos de Cam, entregó mirra en alusión a su pasión y resurrección”. Pero ‘Con el paso del tiempo se agregaron nuevos detalles al relato y comenzó a practicarse la tradición de entregar obsequios a los niños, la cual continúa con fuerza en países como España, México, Perú, Paraguay y otros de la América hispana”.

En cuanto a la costumbre de los regalos, V.M.M. cree que “se inició en el siglo XIX y cada rey fue relacionado con un tipo de obsequios”, de tal manera que ‘Gaspar era el mago de la golosina, Melchor el de la ropa, zapatos y objetos utilitarios y Baltasar se encargaba de castigar a quienes no se portaban bien, con carbón, leña o piedras, fabricados actualmente con azúcar”.

Debemos acotar que en la escueta versión bíblica ofrecida por el evangelista Mateo, se refiere a estos tres personajes como simples magos que vinieron de Oriente a rendirle tributo al Niño Jesús obsequiándole oro, incienso y mirra,

En Margarita sólo en Tacarigua y Aricagua, se conserva la tradición. En esta última población del Municipio Antolín del Campo, según Ricardo Moya, la inició Rufino Marín, quien recorría el pueblo con sus cantos y aguinaldos. En la actualidad el evento se hace con una escenificación y un recorrido musical por las calles de la localidad.

Sobre esta manifestación cultural popular, el profesor Enrique AIí González Ordosgoitti, en el articulo “Los tres Reyes que viven en El Ávila”, publicado en el periódico Metropolitano de Barcelona, Estado Anzoátegui,  el 14 de enero de 1992, refirió que encontrándose en la Serranía del Ávila disfrutando el 6 de enero de 1991 observó a “tres sujetos cabalgando alrededor de El Fortín situado en el camino de los españoles de quienes a lo lejos sólo divisaba los colores blancos de sus caballos y las capas azules, rojas y amarillas ondeando entre la neblina y el fuerte viento que azotaba esa altitud”.

-¿De quiénes se trataba?

-De los Tres Reyes Magos, actividad organizada año tras año por los vecinos del camino de los españoles.

Más adelante González Qrdosgoitti explicó que después indagando personalmente y luego dirigiendo una investigación sobre dicha manifestación cultural, realizada por los trabajadores de Fundarte Carlos Herrera y Jimmy Morales, logró conocer:

-Que el nombre de la actividad cultural es Los Tres Reyes Magos y el Nacimiento Viviente en el sector de Hoyo de La Cumbre, de el camino de los españoles.

-Que los vecinos la vienen realizando desde hace algunos años, aumentando su complejidad y vistosidad con el transcurrir del tiempo,

-Que las partes que constituyen la manifestación son: mensaje celestial, anunciación, visitación, nacimiento de Jesús, adoración de los pastores y adoración de los Reyes Magos.

El autor del artículo, señaló luego que como sociólogo realizó un análisis del impacto sociocultural que la celebración de los Tres Reyes Magos tiene para la comunidad, pudiendo observar las siguientes modalidades: “esfuerzo organizativo, fomento de la solidaridad, efecto positivo de demostración de la organización vecinal, conculturación entre comunidades criollas y biculturales portuguesas y canarias y crecimiento de la autoconciencia comunitaria de su dignidad cultural específica”.

Respecto al desarrollo de la manifestación, EAGO reconoció el esfuerzo organizativo de quienes se encargan de realizarla y precisó:

-Aproximadamente una semana antes del seis de enero el Sr. Hernández, principal organizador, se dirige al sector de Hoyo de La Cumbre para indicarle a la Sra. María Bernardete Correia Dos Santos la necesidad de alistar el vestuario. La Sra. Dos Santos los planchará y arreglará en ese lapso. Luego el Sr. Hernández hablará con el Sr. Manuel Pastrana Dos Santos para que facilite los animales que formarán parte del nacimiento viviente, igualmente avisará al vigilante de El Fortín de los españoles de la proximidad de la fecha y le pedirá su colaboración para la elaboración de la chocita donde estará la Virgen con el Niño Jesús. Luego el Sr. Hernández diligenciará los permisos correspondientes e invitar a la comunidad y a las personalidades de La Pastora. Hacia el 4 de enero los esposos Hernández y el Sr. Manuel Carro se dirigen a Hoyo de La Cumbre para reunirse con quienes fungirán de actores en la representación. El 6 de enero se concentran los activistas cerca del Fortín para vestirse y recibir las instrucciones. Los actores principales se dirigirán a la zona de El Fortín y los actores que harán el papel de Reyes Magos irán al Castillo Negro desde donde partirán en cabalgata llegada la hora, hacia el nacimiento viviente. El Sr Hernández coordina junto con los guardias y otros colaboradores el mantenimiento del orden público y las áreas donde se desarrollará la representación. Una vez concluido el nacimiento viviente, seguirán las actuaciones de los grupos musicales invitados.

Continuó González Ordosgoitti:

-Este esfuerzo organizativo conlleva la solidaridad vecinal sin la cual es imposible realizar la cantidad de acciones necesarias para el logro de la actividad cultural, energía humana y económica que los miembros de la comunidad donan (en el sentido de Marcel Maus) a la misma. La solidaridad vecinal se transforma en un efecto de demostración positivo acerca de los logros de la organización comunitaria, un vivo ejemplo de sus consecuencias benéficas. Los Tres Reyes Magos y el nacimiento viviente son hechos realidad a través de la participación de miembros de las comunidades criollas, portuguesa-venezolana y canaria-venezolana, constituyéndose la manifestación cultural en un punto de confluencias de personas con diversa adscripción étnica, facilitando así el logro de hechos culturales producto de la conculturación, acción que contribuye a la creación de acciones sociales integradoras. Finalmente, la realización anual de los Tres Reyes Magos y el nacimiento viviente en el sector de Hoyo de La Cumbre, de el camino de los españoles, contribuye al afianzamiento de la identidad cultural específica de la comunidad, que se manifiesta en diferentes escalas acerca de las cuales —a partir de los testimonios orales recogidos- existe perfecta conciencia; Hoyo de La Cumbre es el único sector de el camino de los españoles que organiza un nacimiento viviente con animales verdaderos (vaca, bueyes, ovejas, burros) y con los Tres Reyes Magos en caballos.

El investigador cultural puntualizó que los organizadores de la manifestación son los únicos que la realizan en La Pastora e igualmente en todo el área metropolitana y “El hecho diferenciador positivo refuerza su sentido de identidad específica y aumenta la autoestima y la confianza en sus virtudes culturales”.

¿Quiénes eran estos tres personajes que en nuestra era reparten juguetes a los niños?

En el artículo “Los Reyes Magos: Leyenda y realidad”, publicado por Juan de Dios Sánchez en Diario del Caribe el 19 de diciembre de ese mismo año, aclaró esta interrogante al escribir: “Sobre ellos se han tejido múltiples teorías: eran más que magos sacerdotes, según el trato respetuoso que le dan los Evangelistas y Cicerón”. Sin embargo, “Hay teólogos como Orígenes y reformadores como Munster que afirman que los magos eran idólatras y expertos en creencias ocultas”, que “Practicaban la religión de Zoroastro y Zaratustra”.

Seguidamente señaló:

-Se habló a lo largo de la historia, de un número muy variado de magos, visitadores, pero prevaleció, desde el siglo siete después de Cristo  el número de tres y los nombres de Gaspar, Melchor y Baltasar… El Papa León Magno determinó que si tres eran las edades del hombre el número que resume a la Santísima Trinidad, tres las razas humanas  descendientes de Noé, tres tenían que ser los reyes portadores del homenaje a la grandeza del caudillo liberador de Israel que, nacería, según la profecía de Maiques, en Belén.

-Los Reyes fueron tres, según el venerable Veda, historiador inglés  y eran llamados Melchior, Hiespar y Walthauser, pero los tres eran blancos. Quizá, y ya en el siglo catorce, como resultado de la colonización África por el cristianismo aparece un rey negro que ha llegado a nuestros  días. Es preciso que insistamos en que en más de una ocasión se insistió  en que debía haber un rey piel roja en honor al indio americano.

Juan de Dios Sánchez, precisó también que “La misión de Io magos si está claramente definida por San Mateo” y “venían adorar al rey de los Judíos”. Que “Llegaron a Belén dos meses después del nacimiento de Jesús”, pero “a una casa y no al pesebre porque Jesús tenía ya dos meses de nacido”. Que “Llegaron en el mes de febrero del año dos de la era cristiana y setecientos cuarenta y ocho años después de la fundación de Roma”. Que “Cumplida su misión desaparecen en la historia” y “Se cree que fueron ajusticiados en el año setenta después de Cristo y fueron  enterrados en las afueras de Jerusalén, de donde fueron trasladados por  Santa Elena a la ciudad de Constantinopla, hoy Estambul”. Que “En esa  ciudad son obsequiados al obispo de Milán, que los traslada a la ciudad italiana donde permanecen hasta 1164, cuando el Rey Federico  Barbarroja, quien les da el nombre de Reyes, los traslada a la ciudad de Colonia, donde aún permanecen en templo propio desde 1218 en hermoso sarcófago”.

Sánchez concluyó:

-Leyenda o verdad, por encima de toda la madeja de leyenda, los Reyes Magos forman parte de la fe múltiple y universal que se alza estos dulces días. Tiempo de amor y de paz. De hacer verdad los sueños  y leyendas más hermosas. La Navidad. La llegada del Mesías.

Sobre los Reyes Magos, en el articulo “No eran reyes, pero sí magos”, publicado en El Nacional el 6 de enero de 1996, su autor, Rubén Monasterios, citan el capítulo 2 del evangelio de San Mateo, precisó:

-Eran magos, sin que se sepa con exactitud lo que tal cosa significaba. (Nada, en Mateo, sugiere que también fuesen “reyes”).

-Venían de algún lugar del oriente.

-Fueron guiados por una luz celeste inexplicada.

-Los animaba el propósito explicito de rendirle homenaje al recién nacido rey de los judíos”.

-Hablaron con Herodes (‘el Grande”, rey de Judea, títere de los romanos, del 39 a.C. al 4 d.C. es quien lleva a cabo el “degollamiento de los inocentes”). Intrigado el monarca por la nueva, le da a los magos la comisión de ir a Belén en búsqueda de información más precisa, que debían reportarle. Les hace ver que también lo anima el deseo de acudir a él a rendirle homenaje.

-Los Magos adoran al Niño Jesús, y abriendo sus tesoros, le ofrecen dones: oro, incienso y mirra.

-“Pero habiendo sido avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino”... (Mateo, 2:12).

Monasterios apuntó seguidamente:

-Así, pues, los Magos aparecen en la Historia Sagrada como salidos de la nada... y a la nada vuelven. ¿Qué pasó con ellos después de emprender el regreso a su tierra “por otro camino”? Al respecto, sólo disponemos de suposiciones, más o menos fundamentadas en tradiciones orales y en vagas referencias documentales.

Añadió el autor:

-Cristianizado el Imperio Romano, bajo Constantino I el Grande (reina 307-337), su madre, Elena, lleva a cabo en Palestina un acucioso proyecto destinado a localizar los sitios sagrados y otros símbolos de esta religión; la investigación condujo hasta un perdido monasterio en el desierto, donde se encontraron tres restos mortuorios momificados que supuestamente eran de los Reyes Magos; a Elena no le cupo ninguna duda y consideró la momificación una prueba inequívoca de su santidad. Hizo llevar los cuerpos a Constantinopla; después los trasladaron a Milán, donde reposaron en la iglesia de San Jorge.

Monasterios advirtió luego que “Elena era una reina fervorosa, pero también bastante arbitraria”, fundamentando su decisión “más en su albedrío o intuición que en ninguna otra cosa”. De esa misma manera “también determinó el sitio exacto donde habla nacido Jesús, y en ese lugar ordenó construir un templo fastuoso”. Por el mismo procedimiento “identificó los cuerpos de los Reyes Magos, sin tomar en cuenta que las condiciones del terreno y climáticas de la región, favorecen el proceso de momificación, lo cual no tiene nada de milagroso. Monasterios se preguntó: ¿Pero quién estaría dispuesto a discutir las decisiones de la madre del rey más poderoso del mundo de entonces?

RM expresó al final del artículo:

-A mediados del siglo XII Federico Barbarroja se hizo dueño de Milán y permitió que el obispo de Colonia llevare los cuerpos a esa ciudad alemana; para albergarlos, se construyó un sencillo templo que con el correr del tiempo se transformó en uno de los monumentos más gloriosos del arte religioso gótico.

En Wikipedia La enciclopedia libre se lee:

-Los Reyes Magos de Oriente (o simplemente Reyes Magos) es el nombre por el que la tradición denomina a los visitantes que, tras el nacimiento de Jesús de Nazaret, acudieron desde países extranjeros para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.

Sin embargo, aclara,  “Los Evangelios solo hablan de ‘magos’, y “en ninguna parte se indican sus nombres, ni que fuesen reyes, ni que fueran tres (número que posiblemente se deba a la cantidad de obsequios ofrecidos)”.

Conforme a esta fuente, las “creencias fueron agregadas varios siglos después y se han mantenido en la tradición popular”, y “Según la creencia católica, estos magos eran representantes de religiones ‘paganas’ de pueblos vecinos, que los Evangelios ven como las primicias de las naciones que aceptarán la religión católica”.

De tal manera que “En algunos países (normalmente hispanohablantes) existe la tradición de representar a los reyes trayendo los regalos que los niños les han pedido en sus cartas durante la noche anterior a la Epifanía”.

Los Reyes Magos, por tradiciones de algunos países, forman parte del pesebre junto a José, el niño Jesús y María.                                                                                                    

Pero “La figura católica de los Reyes Magos tiene su origen en los relatos del nacimiento de Jesús, algunos, fueron integrados de los evangelios canónicos que hoy conforman el Nuevo testamento de la Biblia”.

Señala Wikipedia que “el Evangelio de Mateo es la única fuente bíblica que menciona a unos magos (aunque no especifica los nombres, el número ni el título de reyes) quienes, tras seguir una supuesta estrella, buscan al ‘rey de los judíos que ha nacido’ en Jerusalén, guiándoles dicha estrella hasta Jesús   nacido en Belén, y a quien ofrecen ofrendas de oro, incienso y mirra”.

Sin embargo, en  “interpretaciones posteriores, los Magos fueron considerados originarios de Europa, Asia, y de África respectivamente”. No obstante “el último libro escrito por el papa Benedicto XVI sobre Jesús de Nazaret, ‘La infancia de Jesús’, destaca que los Reyes Magos probablemente no venían de Oriente, como se ha creído tradicionalmente, sino de Tartessos, una zona que los historiadores ubican entre Huelva, Cádiz y Sevilla (Andalucía, España)”.

Dice textualmente el referido Papa:

 -Así como la tradición de la Iglesia ha leído con toda naturalidad el relato de la Navidad sobre el trasfondo de Isaías 1,3, y de este modo llegaron al pesebre el buey y el asno, así también ha leído la historia de los Magos a la luz del Salmo 72,10 e Isaías 60. Y, de esta manera, los hombres sabios de Oriente se han convertido en reyes, y con ellos han entrado en el pesebre los camellos y los dromedarios…La promesa contenida en estos textos extiende la proveniencia de estos hombres hasta el extremo Occidente (Tarsis, Tartessos en España), pero la tradición ha desarrollado ulteriormente este anuncio de la universalidad de los reinos de aquellos soberanos, interpretándolos como reyes de los tres continentes entonces conocidos: África, Asia y Europa”.

Con respecto a los nombres de los reyes (Melchor, Gaspar y Baltasar) las primeras referencias parecen remontarse al siglo V a través de dos textos, el primero titulado Excerpta latina bárbari, en el que son llamados Melichior, Gathaspa y Bithisarea.5 y en otro evangelio apócrifo, el Evangelio armenio de la infancia, donde se les llama Balthazar, Melkon y Gaspard. Los nombres son además diferentes según la tradición siriaca.

El 6 de enero de 2010, un despacho enviado desde Madrid por Rosalía Sánchez al diario El Mundo, de Madrid, bajo el título de “Los Reyes Magos descansan en la catedral de Colonia”, que puede leerse en Internet,  puntualizó:

 

La historia, la tradición y las leyendas nos juegan a veces malas pasadas, como la que trata de hacernos creer que nos son los Reyes Magos los que, efectivamente, nos dejan los regalitos junto a los zapatos de domingo recién abrillantados, alegando como pruebas palpables los restos de aquellos tres sabios que, en 1164, en pleno apogeo del Sacro Imperio Romano Germánico, el emperador Federico I Barbarroja regaló a la ciudad de Colonia.

Que las reliquias fueron trasladadas de Milán a Colonia es un hecho histórico y fue considerado como un gran honor. Además de una inversión muy rentable. Así como hoy se invierte en candidaturas olímpicas o se ficha a famosas operadas para levantar cadenas de televisión, adquirir un tesoro de la Cristiandad como este en el siglo XII garantizaba un empujón sostenible a la economía de la ciudad que las consiguiese, y así fue como, tras el traslado anunciado a bombo y platillo, miles y miles de peregrinos comenzaron a llegar a Colonia llamados por la fascinación que hasta hoy han seguido ejerciendo los personajes bíblicos.

"El relicario, en forma de basílica, tiene proporciones gigantescas"

En 1248, Colonia era ya centro internacional de peregrinación e inició la construcción de una catedral que estaría a la altura de tal tesoro. Hoy, dicha catedral, cuya construcción duró más de 600 años, es uno de los monumentos góticos más impresionantes de Europa. Aquellos peregrinos debían quedar tan impresionados como nosotros ante los rascacielos de Dubai y hoy en día sigue siendo una de las 10 iglesias más grandes del planeta. El relicario en forma de basílica tiene proporciones gigantescas para esta clase de urnas: 2,20 metros de longitud de oro y plata macizos, esmaltes y joyas de incalculable valor. Fue realizado por el mejor artista francés de la época, Nicolás Verdún, y los maestros orfebres de Colonia la terminaron hace 800 años.

Pero volvamos a las reliquias. Si a muchos les cuesta creer que los tres Reyes Magos y sus camellos recorren los hogares cada año para dejar juguetes, corbatas o carbón, más increíble resulta que los restos de aquellos tres sabios de Oriente, cuya identidad no pudo ser desvelada a través de los siglos, acabasen realmente en ese cofre, una magnífica pieza de orfebrería medieval en oro macizo situada detrás del altar mayor. Pero resulta que hay cierta constancia documental.

En el año 300 de nuestra era, la emperatriz Elena, madre del emperador romano Constantino, se dedicó a rescatar reliquias religiosas. Según los archivos, fue en Saba donde consiguió reunir de nuevo a Melchor, Gaspar y Baltasar y ordenó su traslado a Constantinopla, la actual Estambul, donde permanecieron durante tres siglos en una capilla ortodoxa. "El emperador hizo un regalo inolvidable a San Eustorgio: las veneradas reliquias"

En tiempos de la Segunda Cruzada, el obispo de Milán, San Eustorgio, religioso noble de origen helénico, visitó Constantinopla para que el emperador le permitiera aceptar su reciente nombramiento. El emperador no solo dio su consentimiento, sino que le hizo, además, un regalo inolvidable: las veneradas reliquias.

Para trasladarlas adquirió dos robustos bueyes y un carro, hizo cargar sobre éste el sarcófago de granito y emprendió un viaje que acabó envuelto en leyendas. Una de ellas relataba que la misma estrella que mostró el camino de Belén, resplandecía en la ruta de San Eustorgio.

 Otra cuenta que, al cruzar los Balcanes, un lobo hambriento atacó y desgarró a uno de los bueyes. San Eustorgio, que para eso era santo, dominó a la fiera y la unció al yugo vacante, de forma que, a fuerza de látigo, el lobo salvaje se transformó en lobo de tiro y San Eustorgio llegó a Milán en un carro tirado por un buey exhausto y un lobo manso, cargado con las reliquias.

Y allí fue donde las encontró Federico Barbarroja, que en sus guerras de conquista saqueó esta ciudad junto a buena parte del norte de Italia y las llevó consigo hasta Colonia protegidas por uno de los mayores dispositivos de seguridad de la Edad Media y en un viaje .

"Son 350 kilos de oro, plata y vermeil, incrustaciones preciosas, esmaltes, figuras de marfil"

Si no fuera porque en la Cabalgata podemos comprobar empíricamente que los tres Reyes magos siguen recorriendo pueblos y ciudades con sus sacos cargados de ilusión, estaríamos abocados a pensar que dentro del relicario reposan muy posiblemente los cráneos de Melchor, Gaspar y Baltasar, en tres cajas forradas de terciopelo y brocado, cada uno de ellos envuelto en la seda más fina y protegidos por un sarcófago de 350 kilos de oro, plata y vermeil (una mezcla de metales preciosos), incrustaciones con piedras preciosas, esmaltes y figuras de marfil ricamente adornadas que representan a la Virgen María, a los Reyes Magos y a los profetas.

Pero no nos dejemos engañar. No hay prueba más palpable que los regalos que los tres Magos, en su infinita generosidad, siguen dejándonos cada año, a pesar de que no hayamos sido tan buenos.

            Entonces, a la luz de la información histórica suministrada por Rosalía Sánchez en el referido reportaje originado en Colonia, Alemania, hay que aceptar como cierta la referencia que de estos tres personajes hiciera San Mateo en el Nuevo Testamento.

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