LUZ DE AMPARO

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

LUZ DE AMPARO

Eres mi amparo de luz.
Con la caricia de tus manos
cicatrizan las heridas.
Tantas caídas van forrando la piel,
cicatrices que describen mi historia.
Quitas el manto de las sombras,
desnudas la pureza,
y se juntan nuestras almas en compás sagrado.
Eres amparo luminoso.
Si estás junto a mí corren despavoridas las sombras.
Me acaricia el murmullo del amor
y a lo lejos se escuchan
los aullidos de la frustración de tantos.
Con tu amparo no hace falta nada más.
Solo mirarme en tu luz
y sentir el centro del universo a mis pies.
La eternidad es poco.
Las sombras me llaman,
llaman fuerte.
Se han avivado con las campanadas
de la iglesia donde me arrodillo,
donde invoco a mi ángel.
En delirios
no deseo escuchar sus llamados.
No quiero reconocer las muecas de la traición.
Las sombras se presentan como siluetas amargas.
con rostros que engañan,
rostros que dicen amarme
y no me aman.
Sigo de rodillas,
ensordecida y suplicante
invoco para que aparezca esa luz
que ilumine la ruta que me falta
para alcanzar la paz.
Sé que me espera.
Está cerca,
la presiento.
Eres mi luz de amparo.

Carmen Amaralis Vega Olivencia

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Precioso poema, Carmen!

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Delia Pilar, querida y dilecta amiga, muchas gracias por tus sentidas palabras, me honras, bendiciones luminosas, Amaralis

[Delia Pilar]

Querida Carmen, como siempre asombrando con la belleza de tus letras y tu creatividad 

que se despliega a raudales. Aplausos con la admiración de siempre.

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Armando, querido amigo, gracias, que bien me hacen tus palabras, cierto, la luz íntima espanta las sombras del mal, y nosotros mismos necesitamos lograr nuestra felicidad, bendiciones luminosas, Amaralis

[Armando Acuña]

Muy sentidas líneas Carmen, transidas de dolor:
Me reconozco también en tus palabras y mira que cada vez voy dependiendo menos que mi felicidad y mi paz dependan de los demás.

Un fuerte abrazo querida poeta