Llegaste a mi vida como un torbellino,
yo, era como un lago tranquilo sereno
fuiste recorriendo lento sus orillas,
bebiste en sus aguas, te adentraste en ellas.
En ese momento llegó una tormento
cruzó como un rayo el límpido cielo
y ese lago manso convertido en fuego,
se abrazó a tu cuerpo, vibró en tus latidos.
Y fuimos entonces un mismo destino
compartiendo vida, vibrando en silencio.
Este sentimiento tan fuerte, tan nuestro
se va agigantando crece sin medida,
y si estamos juntos se nos borra el tiempo.
No existen palabras en nuestros encuentros
solo son mirada, solo son silencios.
¡ Y somos nosotros en el Universo!
Comentario
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
© 2025 Creada por Aimee Granado Oreña-Creadora.
Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!
Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME