LAS PEQUEÑAS HORMIGAS NEGRAS
Las pequeñas hormigas negras,
con su delgada cintura,
y su afiladas antenas,
salieron a buscar alimento.
Caminaron por paredes y pisos,
en ocasiones dos o tres
y otras veces haciendo filas,
con sus movimientos rápidos,
que dan la impresión de que saltan.
La comida escasea,
sobre todo los vegetales y semillas,
que son sus preferidas.
De pronto miraron allí cerca, algo que se movía,
en el patio de una casa;
era una abeja caída que aleteaba malherida,
queriendo volar a su casa.
Las hormigas se le acercaron,
y su instinto les hizo pensar,
que si no había alimento verde,
tendrían que comer animal.
Miraron que aun se movía con dificultad,
pero pronto perdería su vida,
y ellas tenían el instinto o norma,
de no comer seres que no hubieran fallecido.
Así que esperaron pacientes,
que ya no moviera nada,
lo que sucedió una horas después,
acabando el ciclo de su vida.
La empezaron a devorar,
primero de la parte donde guarda la miel,
luego las patas y las alas al final;
no quedando nada que se pudiera mirar.
Mas tarde unas abejas de su panal.
la buscaron sin nada de ella encontrar.
Moraleja: suele suceder con los humanos,
que no se reparten los bienes materiales de quien fallece,
hasta que deja este mundo; lo hacen por algo moral,
por instinto o por el que dirán.
J. Jesús Ibarra Rodríguez.
México. Derechos reservados.
Imagen de Internet.
Comentario
LUCIA GOMEZ, gentil poeta, gracias por estar aquí en mis letras.
Tu comentario es muy claro y bondadoso.
Recibe mi constante amistad con un fraternal saludo.
Así es, poeta. Excelente moraleja, para un poema aleccionador. Un gusto leerle.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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