Te marchaste

cuando los cascabeles de la navidad

comenzaban a sonar

y la vida se tornó

más difícil

cada día.

 

Sentí  que se entumeció

todo mi cuerpo al pasar los años,

pero desde el cielo

me regaste palabras

silentes de consuelo

para aliviar mi vació

de mi alma .

.

La presencia de

mi niño interior disimula  

cuan triste y abatido

me siento,

porque

tú no estás aquí.

 

 A veces escucho voces 

donde no hay nadie

 y siento que me llama insistentemente

por mi nombre.

 

Observo detenimiento

 para todos  los ángulos

de mi periferia,

pero no logro ver

el  ángel de la guarda

que me cuida.

Él nunca me desampara

y siento su dulzura en su presencia

y las ansias de mi  inocencia

desean  abrazarlo

por siempre.

,

Él, está presente en mi corazón,

me cuida y me cobija

en las  noche frio

al igual cuando

era un niño

 

En los día,

retumba su presencia

y me deja saber

que desea

jugar con el balón.

 

La brisa del viento

es la señal que él

me ama

y me deja

saber que esta presente

en mi hogar..

 

Su nobleza corazón de titanio

 fue frágil cuando yo hacía mis travesuras

y me mirada de reojo con la única dulzura,

me entregaba

una guiñada  y ricas golosinas

lo mejor  su amor

 y de su  gozo.

 

Aun en ocasiones me susurra en mí alcoba:

“No temas soy tu padre

lanzando objetos,

tirando cuadros al piso

para que sientas mi presencia

y aun te dejo saber que te sigo amando

cada día más

hijo mío.

 

Espero  con anhelo

que el destino

nos vuelva  a unirá en el cielo

y para acurrucar

tu sonrisa  

una vez más ”..

 

Autor: Santos M. González

Derecho reservado d autor

 

 

 

 

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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