LABERINTO DE LUCES Y SOMBRAS
Tal vez debí estar sola, yo lo procuré.
Tal vez en la distancia te amaría más.
Tal vez fueron las fuerzas del destino, no sé.
Ese destino que nos quería ofrecer
otras rutas que por tantos años
nos han hecho feliz,
nos han permitido volcar nuestros amores a otros,
a tantos, a muchos corazones tiernos.
Tal vez nuestras almas necesitaban
regar las aguas de la sabiduría.
Esa sabiduría que nos regalaron
las verdes praderas, los montes nevados,
las cúpulas hermosas,
los ángeles en capillas medievales,
los murales de palacios oscuros.
Tal vez nuestras almas vuelan,
se cruzan en delirios.
A veces maldicen,
otras veces imploran volvernos a encontrar.
Es que la vida es un laberinto de luces y sombras,
y entre luces y sombras
navegaremos eternamente.
Carmen Amaralis Vega Olivencia
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