La ventana azul de mi esperanza

[BEATRIZ OJEDA]

La ventana azul de mi esperanza

 

Si alguna vez me miras a los ojos y ves que ya no brillan
no pienses que me he ido
los recuerdos dormidos han aflorado como etéreos capullos
y me han llevado a transitar mis días consumidos.

 

Hoy ya no soy una recia roca que perdura
el tiempo ha erosionado su cáscara robusta
transformándola en guijarros
resquebrajados por la ausencia de domingos.

 

Domingos de pasión y de aventura
de risas y de aplausos a la vida
de niños corriendo por la acera
de almuerzos inundados de alegría.

 

No pienses que me he ido
sólo recorro los últimos peldaños que he ascendido.
Los fuertes construidos comienzan a caer
ladrillo tras ladrillo.

 

El camino se estrecha
mis pasos languidecen
y mi fiesta de amores ha apagado sus luces
luces que titilan como estrellas fugaces
revelando mi partida.

 

Abrázame muy fuerte
hoy soy apenas una pluma que el viento de la noche
se afana por llevar a herméticos destinos.
Pon sobre mis hombros encorvados una manta
acúname en tus brazos con ternura
escucha al viejo mirlo cantando en mi ventana
sus adioses magnánimos.

 

Hijo
besa mi frente marchita
con la anuencia del sol que cura las heridas
y si no te recuerdo algunas veces
tú hazte el distraído
deja que yo imagine que estoy viva
y que mañana florecerán los lirios majos
en la ventana azul de mi esperanza.

 

Cuando cierre mis párpados y el corazón se duerma en sus latidos
dime que me has querido
que yo te escucharé
aunque esté transitando hacia el olvido.

 

Hijo
sólo besa mi frente con dulzura
y yo podré partir

sabiendo que tú estás sosteniendo mi mano
en este viaje hermético donde la muerte
se arregla su vestido de encaje y terciopelo
se mira en el espejo
se retoca los labios
subiéndose al carruaje misterioso
conduciendo mi alma hacia el silencio eterno.

 

Beatriz Ojeda
Derechos de Autor

 

[Hugo Mario Bertoldi Illesca]

Agradezco el comentario que me dedicas, Beatriz Susana, Amiga mía. Aunque no creo que haga falta aclaraciones entre amigos como lo somos, lúcidos y abiertos a opiniones ajenas, mis conceptos son genéricos y complementarios al mensaje de tu poema. Referí, muy claro está, a una de las maneras que solemos manifestos los humanos en relación al fenómeno de la desaparición física, misma con la cual convivimos, como lo harán otros con nuestro paso a la nueva dimensión que nos aguarda para continuar el proceso evolutivo del alma. Hablo con el convencimiento de que no tenemos una fecha de vencimiento, valga el lúdico juego de palabras. Los que amamos las letras, como los artistas plásticos en sus distintas formas de expresión, quizás, tenemos un recurso poderoso en nuestro bagaje de posibilidades de plasmar ideas, sentimientos, ideologías, etcétera, lo cual nos permite la chance de dejar valioso e indeleble legado. 

ABRAZO GAUCHO DESDE EL LADO OCCIDENTAL DEL RÍO ÍNTIMO QUE NOS UNE. 

[Gloria Rios Ayzu]

Morir en el lecho al lado de los hijos es lo que toda madre anhela.

Triste es ver partir a un hijo antes que nosotras, sin duda.

El pensar en el beso en la frente, antes de abandonar el cuerpo, es consolador y tierno.

Abrazos

Kokul 'al

[BEATRIZ OJEDA]

Mi querida amiga Iris muchisimas gracias por tu hermoso comentario.

Las personas le tienen tanto temor a la muerte, que sólo con la palabra se angustian.

Soy muy realista, es lo que he visto en mi vida. Observando el comportamiento de los enfermos o de los ancianos he reconocido la soledad y el deseo detener una mano que los mantenga en contacto con el amor. Yo no sé que sucede después de la muerte y nadie lo sabe. Sólo se imaginan que Dios y los ángeles los están esperando. Pero eso son creaciones mentales imaginaciones, que les permiten no tener miedo al morir. Todas la religiones dicen lo mismo. Lo respeto y no cuestiono. cada uno siente lo que quiere eso es la libertad.

Yo decidí ser realista y creer en lo que me da evidencia de su existencia,

Gracias por tu luz y tu sensibilidad amada Iris

[BEATRIZ OJEDA]

Mi querida Aimée Muchas gracias por tu dulce comentario.

El poema es un pedido de amor cuando llegue el día de partir y qué mejor cariño que el de mi hijo?

Gracias infinitas mi sensible amiga

[BEATRIZ OJEDA]

Hablamos de la muerte, generalmente, amada Beatriz Susana, como algo lúgubre y negativo. Sin ánimo de pintarme a mí mismo como un contradictor (aunque, asumo que suelo serlo), en mi humilde opinión, la muerte es solo un mero paso a otra dimensión, una en la cual nuestro espíritu... No sabemos adonde va . Yo no hablo del momento de morir. Lo he experimentado con mis padres. Es sólo un suspiro. Un alivio para ellos que no tenían otra alternativa que esperar que su corazón se detuviera. Estaban desauciados. Y yo pedía que llegar esa muerte para no verlos sufrir más. 

Fíjate como termina mi poema

Hijo
sólo besa mi frente con dulzura
y yo podré partir

sabiendo que tú estás sosteniendo mi mano
en este viaje hermético donde la muerte
se arregla su vestido de encaje y terciopelo
se mira en el espejo
se retoca los labios
subiéndose al carruaje misterioso
conduciendo mi alma hacia el silencio eterno.

¿Acaso me refiero a la muerte con enojo?

No, hasta me parece coqueta .

Es todo lo que tengo para decirte

Gracias por tu comentario

[BEATRIZ OJEDA]

ASí es mi querido Beto. Vi morir a mis padres y me encargué de estar a su alado hasta el ultimo suspiro. Los abracé y les dije todo lo que los amaba. Estaban en coma, pero el médico me dijo que ellos escuchaban. Me daba tanta pena verlos sufriendo, solos, apartados de la gente que decidí hacer lo que yo sentía. Fue a partir de esa experiencia que escribí este poema. No hablo de la muerte como algo espantoso. La muerte es un instante, un soplo. Lo terrible es el sufrimiento sin razón. Cuando nada se puede hacer . Sólo esperar que el corazón deje de latir. Yo desearía que mi hijo, que es lo que me queda, me abrace y yo sienta que no estoy sola. Volar con la caricia de alguien que me ama. Gracias por comprender mi poema

[Beto Brom]

Preparar todo lo necesario para amenguar esos momentos que vendrán a obligarnos con su simple presencia.

Emocionantes líneas que llegan a lo más profundo... 

Abrazotes amigaza

[Hugo Mario Bertoldi Illesca]

Hablamos de la muerte, generalmente, amada Beatriz Susana, como algo lúgubre y negativo. Sin ánimo de pintarme a mí mismo como un contradictor (aunque, asumo que suelo serlo), en mi humilde opinión, la muerte es solo un mero paso a otra dimensión, una en la cual nuestro espíritu, tan esencial y poderoso (léase, significativo) que no es posible sea borrado como si fuese un contacto en el equipo móvil de telefonía celular, o bloqueado como suele ocurrir con los exnovios tóxicos o amigos insufribles por sus celos enfermizos (creo que me fui por las ramas, como el mono que soy, y no niego, según zodíaco chino), ha de continuar creciendo y sumando valores, experiencia a su bagaje de intangibles.

Más allá de mi loquimentario, rebatible, por cierto, me agradó mucho tu propuesta, Amiga querida y Noble, y no he perdido la oportunidad de procurar su enriquecimiento con el fruto de mi más genuino modo de apreciarla.

ABRAZO GAUCHO DESDE EL LADO OCCIDENTAL DEL ÍNTIMO RÍO QUE NOS UNE.

[Aimee Granado]

[Aimee Granado]

Hijo
sólo besa mi frente con dulzura
y yo podré partir

sabiendo que tú estás sosteniendo mi mano
en este viaje hermético donde la muerte
se arregla su vestido de encaje y terciopelo
se mira en el espejo
se retoca los labios
subiéndose al carruaje misterioso
conduciendo mi alma hacia el silencio eterno.

El transitar ineludible de la vida cuando se avecina el ocaso y la mirada del alma busca la luz de lo divino.

Bello y sentido poema nos regala tu ingenio creador cuando el suspiro se hace dulce y espera complacencia en la esperanza de un dulce beso de despedida.

Sublimes palabras a un hijo que encierra toda la grandeza del amor filial que necesita de esa inmensidad en el cariño para dejarnos llevar hacia el silencio eterno.

Me encantó, amiga.

Me ha dejado conmovida.

Un abrazo cordial y sincero desde mi corazón llegue al tuyo.