En el vaivén del amor y el dolor,
fuiste el fuego que ardía en verano,
probé el néctar amargo de tu desdén,
pero aún así te amé con fervor.
Surqué tus desiertos, anduve tus espinas,
en tu valle de sombras me perdí,
te amé como el día ama al sol,
pero tu dulce universo se desvaneció.
Lamí tus heridas, toqué tu cielo,
pero la luz se desvaneció en la oscuridad,
te perdí en el ocaso de un abril en mayo,
y el eco de tu vacío inundó mi alma.
Lloré cuatro ríos antes de olvidarte,
fui un Marte en un Venus distante,
un escorpión en un mundo acuariano,
bebí el vino amargo de la traición en tu mano.
Comentario
Lamí tus heridas, toqué tu cielo,
pero la luz se desvaneció en la oscuridad,
te perdí en el ocaso de un abril en mayo,
y el eco de tu vacío inundó mi alma.
Muy pero muy bueno
Gracias
mary
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