Hubo una vez un rosal con un gran tallo,
con ramas llenas de perfumadas flores,
regalos colgantes para los bellos amores.
Pero un mal día una de sus ramas se desprendió,
y hasta el piso de tierra y pasto se cayó.
El rosal miraba la rama esperando que regresara,
pero el tiempo pasó y no sucedía nada.
Fue entonces que se escuchó al rosal decir:
De mis amores dulce rama,
tan llena de lindas flores,
de preciosos colores,
alejada de mi alma.
Hoy la niebla es densa,
y mi follaje es ralo,
el cielo no es claro,
mi tristeza es inmensa.
Pasado un tiempo el rosal se alegró,
cuando llegó el jardinero,
y otro rosal lleno de rosas plantó.
J.Jesús Ibarra Rodríguez.
D.R.México.2013.
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