Aquel cielo tan quieto y oscuro,
tenía una gran brigada de estrellas,
que se miraban compitiendo entre ellas,
para ver quien lucia mas brillo.
Acarició su cara el viento,
y el corazón se le ensanchó,
involuntariamente suspiró,
por ella fue su estremecimiento.
Era para el esa bellísima mujer,
de sueños delicados motivo,
por su dulce y linda forma de ser.
Era su tierno amor tan querido,
el único objeto de su existir,
el suave lecho por el pedido.
J.Jesús Ibarra Rodríguez.
Derechos Reservados.
México.2013.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
© 2025 Creada por Aimee Granado Oreña-Creadora. Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!
Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME