LA GATA DE MI VECINA



Un buen día se cruzó un gato en mi vida...

 

Vivía yo en Sevilla en esos momentos, debía ser primavera y el ambiente ya olía a azahar.
Me levanté por la mañana y al abrir las persianas me encontré con unos ojos verdes intensos rodeados de una piel brillante negra como la noche que me miraban atentamente…Era una gatita casi bebé, pero su mirada me impresionó, un tanto desafiante, como preguntándose quién era yo que osaba mirarla.
Yo vivía en un sexto piso y ella estaba al borde del pretil de la ventana de apenas unos centímetros que me producía vértigo verla allí, tan segura de sí misma…pensé que como era una cachorrita no se daba cuenta del peligro en que estaba y no le dije nada por no asustarla. Cerré las cortinas y ahí quedó todo…

Luna –que bello nombre- iba creciendo por días, eso lo podía constatar porque por los pretiles de las ventanas de su casa y de la mía llegaba a mi terraza y ahí se pasaba el día, había encontrado su casita, tranquila, sin niños, sin ruidos, era el lugar perfecto para descansar y hacer sus necesidades corporales completas: pipí, caquitas y hasta vomitaba…porque según decía su dueña “los gatos vomitan mucho” pero ni se inmutaba de que lo hiciera en mi terraza…

Yo ya había admitido resignada que la gata viviera de hecho en mi terraza pero no que pasara a la casa, así que tenía mucho cuidado para que no entrara, aún así una vez que tenía la ventana abierta para ventilar la casa, al entrar en mi dormitorio y abrir el armario salió de allí una especie de rayo negro que se fue por la ventana y que casi me produce un infarto.
Tímidamente de vez en cuando le comentaba a su dueña mi convivencia con su gata y me respondía que le encantaba meterse en los armarios… ¡Qué bien!...pensé yo con cara de acidez de estómago.

…¿Os fijáis que paciencia tengo yo?...¿Verdad?...pues sí la tengo, yo misma a veces me digo que estos empiezan a ser claros signos de envejecimiento porque ya esta cosas me resbalan, ¡¡con lo que yo era!!...si es que no somos nadie…

Sigo con la historia de mi gata.
Luna, como era natural, quería más, ya se le notaba que no era suficiente estar en la terraza, me quería poseer más…Ya no era un bebé, ya era toda una señorita preciosa, negra como el azabache con esas esmeraldas que me miraban penetrantes como queriendo traspasar mi mente y enterarse de lo que yo estaba pensando sobre ella. Era la misma dominación en persona, sutil, paciente, observadora y siempre desafiante…
Ella estaba en la terraza y yo la miraba desde la puerta de cristal, me estuvo observando a ver qué movimientos hacía yo, quieta, expectante, a ver que se me ocurría hacer. Como yo no hacía nada tomó la iniciativa de mover pieza, como en un juego de ajedrez y dio unos pasos hacia la puerta de cristal, quizás pensando que yo era un poco tonta y no la había visto. Al no tener respuesta ya me indicó claramente que quería entrar dando golpecitos con su patita en la puerta. No hubo respuesta por mi parte… Creo que ya si estaba convencida que yo era absolutamente tonta de remate y subiéndose a la barandilla de la terraza para alcanzar el pomo de la puerta, me señaló, tocándolo con su manita, por dónde debía abrirla…solo le faltó hablar porque la cara que puso era de estar pensando:
“¡¡So lerda!!! La puerta se abre por aquí…¿Cómo es que no lo sabes todavía?, ¿es que nunca has salido a la terraza?

...Me vino a la memoria mi primer encuentro con Luna en el pretil de mi ventana a unos seis pisos de altura y yo sin atreverme a decirle nada para que no se asustase y  pudiera caer al vacío…¡¡que ilusa!!...
Estos gatitos lindos…

 

María Dolores Velasco

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Comentario

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PLUMA ARGÉNTEA
Comentario de maria dolores velasco vidal el julio 26, 2019 a las 10:54am

Jesus, muchas gracias por el Destacado que me hace mucha ilusión precisamente al relato de mi amiga Luna que tanto me hizo padecer... pero también llenó mi vida de anécdotas muy curiosas.

Un abrazo


PLUMA ARGÉNTEA
Comentario de maria dolores velasco vidal el julio 26, 2019 a las 10:51am

Amigo Hugo, vaya concatenación te ha sugerido el nombre de la gatita!!!...jajajaja.... 

De lo que sí estoy segura es que Luna me poseía a mí, seguro...

Un gran abrazo


PLUMA ARGÉNTEA
Comentario de maria dolores velasco vidal el julio 26, 2019 a las 10:46am

Bethzaida, no se...yo hace años que no vivo ya en Sevilla pero es posible que viva porque debe hacer como unos 8 0 10 años de este suceso, lo cierto es que a Luna nunca la olvidaré, quedó anclada en mi vida.

Un abrazo


PLUMA ARGÉNTEA
Comentario de maria dolores velasco vidal el julio 26, 2019 a las 10:43am

Gracias Aimée por tu presencia, ya ves...si es que yo soy un "cacho pan" como decimos por aquí para expresar lo buenos que somos...jajajaja

Un abrazo


PLUMA ARGÉNTEA
Comentario de maria dolores velasco vidal el julio 26, 2019 a las 10:41am

No, Milagros, no la dejé pasar porque yo tenía una perra grande, una Collie y podía ser el horror si mi perra se celaba de ella... Y porque su dueña era una tranquilona que no se daba cuenta que su gata vivía en mi casa.

Pero Luna me enseñó muchas cosas gatunas que yo no sabia.

Un abrazo


PLUMA ARGÉNTEA
Comentario de maria dolores velasco vidal el julio 26, 2019 a las 10:38am

querida MAría, efectivamente tiene de todo este relato. Confieso que estaba indignada de que la dueña no se disculpara de todo lo que su gata hacía en mi terraza...pero yo como soy persona pacífica lo resolví escribiendo el relato para calmarme de la intrusión y tomarlo con humor.

El humor lo cura todo y la verdad es que esa gatita hermosa quedó en mi memoria para siempre.


PLUMA ARGÉNTEA
Comentario de maria dolores velasco vidal el julio 26, 2019 a las 10:33am

Gracias Eduardo, aquel verano fue un poco "gatuno" porque yo tengo perro y por eso no quería que entrara en mi casa...y razón nº2, porque entonces su dueña se desocupaba ya totalmente de la pequeña Luna, cosa que tampoco me agradaba.

Un abrazo


POETA DE PLUMA
Comentario de Hugo Mario Bertoldi Illesca el julio 25, 2019 a las 11:26pm

Luna, tal como la gatita del relato, María Dolores, se llama la hija menor de una señora llamada Sonia, y Luna tiene una gata llamada Estrella. Coincidentemente, conozco a Susana, una mujer que posee una yegua cuyo nombre es Estrella, cuya hija, la de la yegua, se llama Luna. Confío en no haber causado un enredo con tantos astros estelares... 

P.S.: me gustó mucho tu simpático relato acerca de tu relación con Luna, la gatita de tu vecina, misma que ha de decir a sus amigas felinas... ¡que tú eres de su propiedad, of course! jajaja... Miau... de la risa... 


PRESIDENTE HONORARIO
Comentario de Aimee Granado el julio 25, 2019 a las 5:39pm

Tremenda traviesa esa gatita Luna


PRESIDENTE GENERAL
Comentario de MilagrosHdezChiliberti-PrsdntOME el julio 25, 2019 a las 4:08pm

MUY BUEN RELATO. LO DISFRUTÉ BASTANTE. 

PERO... ¿Y NO LA DEJASTE PASARRRRRRR????  POBRECITA

Resultado de imagen para GATITA NEGRA

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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