HIPOCRESÍA

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

HIPOCRESÍA

 

Este camino recto, entre la niebla,

entre un cielo al alcance de la mano,

por el que mudo voy, con escondido

y lento andar de savia por el tallo,

sin mi sombra siquiera para hablarme.

Ni voy —¿a dónde iría?—, sólo ando.

Gilberto Owen.

 

La piedra con la que tropecé

me dio en la cara; y no comencé

a sentir miedo, ni llanto, ni dolor

solo miradas y un poco de calor

por eso es el perdón y muchos

rezos y rechinar de dientes

y pataleos y muecas contra el viento.

 

Miradas son de hierro y paranoia;

las paredes te guiñan el ojo y hacen

desafíos mientras murmuran cosas

que nadie bien a bien, intelige,

ni entiende; pero huele a quemado

y a futuro dormido y perezoso.

 

Arrastrando palabras como insultos

y guardando verdades que incomodan

van los seres velándose en sus vidas

como en un funeral sin cirios ni cadáver.

 

Caen del árbol las hojas secas yertas

y se vienen abajo sanas intenciones

de decir la verdad a toda costa;

pero se abren muy amplias esas puertas

porque lloran a brincos las canciones

y repican campanas contra el inconsciente

impar que nunca, nunca, miente…

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Muchas gracias querida Iris por tu comentario y destacado; te deseo un feliz jueves extensivo a todos tus seres queridos!

[Iris Girón Riveros]

El título de tu poema es muy importante,

tanto como la relación necesaria que a diario se tiene,

sea virtual o real ,

porque uno no sabe si con quien se está tratando,

es "él mismo" o es un ser que esconde sus intenciones

y verdadera personalidad. 

Muy interesante tu tema y tu poema,

estimado Benjamín.

FELICITACIONES.

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Muy feliz miércoles y muchas gracias estimado Críspulo!

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Querida Aimée muchas gracias por tus comentarios y destacado; te deseo un miércoles saludable y lleno de amor para compartir con tus allegados!

[Aimee Granado]

Así es la vida con todos sus matices, sus colores, sus paradojas, con sus vacíos y pendientes. Murmuraciones que pueden ser tan dañinas que sus consecuencias son nefastas. Otros callando sus verdades para no parecer indiscretos, y la hipocresía como protagonista en tantos andares regalando su rostro al embuste, a la falacia, mientras caen las hojas de los árboles anunciando el ocaso irremediable y como bien dices en tus versos : repican las campanas contra el inconsciente impar que nunca miente.

Ha sido grato leerte, amigo querido.

Un saludo cordial , agradeciendo tu colaboración de siempre.

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Muchas gracias querida Delia Pilar por subrayar importancia a este tema al grado de que lo consideras digno de debate; estoy de acuerdo con tu punto de vista; agradezco asimismo tu destacado que fraternalmente me has obsequiado; muy feliz tarde/noche, buen reposo y amanecer saludable de miércoles!

Adrián Chestermann, 1955.

[Delia Pilar]

Profundo poema, los seres deberían percatarse que esas verdades que incomodan y por lo tanto se guardan dañan a las personas. Deben el algún momento salir a la luz por su salud física y mental, además para el bien de las relaciones, para que estas sean más auténticas. 

Me gustó tu poema, expusiste en tu poema un tema que es necesario debatirse. 

¡Felicitaciones, Benjamín!