ESTA CIUDAD PARECE DETENIDA EN EL TIEMPO.
Esta ciudad parece detenida en el tiempo,
recordando el destello de su época de oro.
Envuelta en el dolor que guarda su silencio,
causado por cuchillos de seres ponzoñosos.
La metrópoli no es lo que era en otra época.
Con restaurantes finos de todas las especies.
Con salones y bares e inquietas discotecas,
para así deleitarse con tertulias alegres.
No se ven en las calles vehículos lujosos.
El metro es un espacio donde impera la incuria.
Los pocos autobuses son sucios y ruinosos,
que cargan con la cruz de su propia penuria.
La ciudad ha perdido algo de su elegancia
por culpa de virtuosos de la improvisación,
que aún diseñan planos para darle prestancia,
pero viven pendientes más de la comisión.
Basta verla tendida bajo el cerro espigado,
contándole la historia del suplicio que vive.
Pensando que es mejor regresar al pasado,
para estar conviviendo con su pueblo aborigen.
Suficiente es mirar su aspecto deplorable,
producto de las manos de gente desquiciada.
Que le ha dado a la urbe un trato miserable,
transformándola así en la ciudad fantasma.
La capital se encuentra a oscuras casi siempre,
porque sin energía es inviable alumbrarla.
Para colmo se fueron marchitando las fuentes
que la población vive clamando por el agua.
La urbe se revuelve en un mar de desgracias.
La indolencia prosigue rondando tan campante.
Pero tunantes rojos manejan la ignorancia,
para ellos disfrutar sus vidas de magnates.
Da pena ver las calles ahítas de resquicios.
Demacradas paredes que exhiben su vergüenza.
Estructuras anárquicas de horrendos edificios,
construidos a prisa sin ninguna excelencia.
Ver como se aglutina la basura en los barrios,
expandiendo su olor por todos los rincones.
Mientras en los hospitales aparecen gusanos
y se mueren infantes de tantas infecciones.
Da temor transitar por todas sus arterias,
para no estar expuesto a un peligro inminente.
Granujas y trúhanes, andan por dondequiera,
imponiendo a la fuerza la ley del delincuente.
Da miedo recorrer las numerosas plazas.
Causa espanto acudir a las santas iglesias.
Pues sujetos ocultos en sus pasamontañas,
amedrentan con armas a los fieles que rezan.
Ya asistir a las fiestas es cosa del pasado,
porque a veces el gozo se traduce en tragedia.
La ciudad es un campo por el hampa sitiado,
que la gente se sume en un toque de queda.
El pueblo ahora deambula con su melancolía,
como ánima que va soportando una pena.
Mientras los malhechores cometen fechorías,
sin que haya para ellos castigos ni condenas.
Esta ciudad parece detenida en el tiempo.
Es hora de ponerle coto a esta situación.
Para que los maleantes que merecen desprecio,
no destruyan con odio la ciudad de Simón.

Freddy Belisario Capella.
Texas. Julio 4/2019.

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Comentario

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PRESIDENTE HONORARIO
Comentario de Aimee Granado el julio 13, 2019 a las 4:23pm

Muy profundos y reflexivos tus versos.


DIRECTORA ADMINIST.
Comentario de Maria Mamihega el julio 13, 2019 a las 2:09pm

Me encanto querido Freddy que triste que es la desigualdad...

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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