ENSAYO TRAS UNA TAZA DE CAFÉ
Tras el vapor caliente de una taza de café,
miraba el horizonte con algún atisbo de fe.
Volvería a oír tu vuelo alucinante de colibrí,
esperando posaras gentil tu alas sobre mi.
¿No me volverás a ver nunca más colibrí?
Cuando debí no lo hice, pensando en ti.
Te miraba como a un lindo templo santo
dejando pasar en vano aquel momento,
cuando debí posar tierno mis labios en ti.
¡Ya no hay remedio, ya pasó el tiempo!
Yermo el tiempo en medio de mi sequía,
ausentes las nubes de sueños e ilusiones,
que trajesen las brisas de tiempos mejores,
días aurorales que decían cuanto te quería.
¿No te dabas cuenta que de amor por ti vivía?
Es mi gran inmensidad y en ella no te hallé.
Caminando a una enorme velocidad sideral,
surqué aquella inmensa distancia universal;
logré alcanzarte al borde del infinito y te amé.
Fue tan solo un furtivo beso y un adiós final.
¡Ahora existo sin vivir y duermo sin soñar!
Luis Ricardo Landeo Ponce
Lima - Perú
Derechos reservados
Comentario
Muy bella entrega donde prima la añoranza ante un amor fallido.
El dejar pasar el tiempo, sin intentar la conquista, deja esa lamentable sensación de quebranto y de cobardía.
Se ha de ser osado en el amor, se ha de intentarlo todo, de lo contrario el tiempo inexorable nos pasa la factura.
Un gusto disfrutar de tu inspiración .
Saludos cordiales.
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