ELLA
Ella quería ser humana
vibrante
veraniega.
Ella quería volar sobre los sueños
anticiparse al tiempo
reunirse con los vientos de los soles
compaginar las hojas de su libro
cuidando con esmero sus memorias.
Ella: mi vida
era un sinfín de historias coloreadas
con grises esfumados y rojos encendidos.
Ella vibraba
se mostraba
se ocultaba
caminaba por los pretiles de los gozos
o dormía envuelta entre las mantas
para olvidar sus lágrimas.
Ella
insistía
avanzaba
doblegaba los miedos y fantasmas
y buscaba la luz entre los cardos.
Se pintaba los labios
peinaba sus cabellos blancos
calzaba sus zapatos en sus pies agotados
y salía a jugar con los instantes.
Ella.
Mi vida.
Quiso hacer volteretas en la calle
renovar sus amores
superar sus dolores
olvidarse del fin
y seguir en la ruta de los juegos
sosteniendo en sus manos
una flor juventud.
Ella
mi vida
contemplaba las arrugas de su piel
revisaba los símbolos adheridos a su sombra
el camino azul de los recuerdos
antiguos peregrinos
que asoman su cabeza
en el zigzag absurdo del presente.
Mi vida
curiosa mujer investigando
los pasos silenciosos de la muerte
aspira en la antesala los últimos aromas
los postreros amores
suspiros y gemidos
vividos
con la vehemencia de quien sabe
que su tiempo se acaba.
Ella
ha desprendido de su esencia
las reglas escritas por los necios
y los pateó a las galaxias
para activar la libre potestad
de existir sin dudar.
Beatriz Ojeda
DERECHOS DE AUTOR.
Comentario
Una maravilla de poema, Beatriz.
Ha sido un gran placer leerte.
Gracias por compartirlo.
Abrazo fraterno.
Toda la inmensida de la vida
a veces queda corta frente a las inquietudes del día,
pero en tu versar de hondos pensamientos
habitan tantas emociones que abrazan a las metáforas,
y yo me quedo con estos versos de reflexión:
"...calzaba sus zapatos en sus pies agotados
y salía a jugar con los instantes...".
FELICITACIONES Poeta Beatriz.
Amiga querida es un gusto disfrutar de la lectura de tu bella y profunda obra poética por este hermoso portal literario, gracias. Un cálido abrazo desde México.
...Ella: mi vida
era un sinfín de historias coloreadas
con grises esfumados y rojos encendidos.
Ella vibraba
se mostraba
se ocultaba
caminaba por los pretiles de los gozos
o dormía envuelta entre las mantas
para olvidar sus lágrimas...
La vida se retroalimenta de sí misma.
En la esencia maravillosa del amor vive su magia.
Todo tiene un propósito y la motivación del espíritu ha de animar la esperanza que no debe de esfumarse jamás.
Somos parte de este inmenso hábitat que conspira eternamente con la luz del universo, esa que nace del corazón y que persevera sin falacias.
Gracias mi querida amiga de letras, tus palabras dejan ese eco inspirador y genuino que motiva y entusiasma.
Seguiremos por estos lares junto al tintero que nos anima con su magia.
¡Felicitaciones!
Precioso y rítmico poema. La vida es como una flor que perfuma en el alba y se marchita en la noche o con el tiempo que lo devora todo menos los recuerdos vividos con anhelo y pasión. Aunque tu cuerpo se marchite, podrá siempre inspirar pasión y emoción si tu mente lo desee y permite. Ella es la que tendrá la última palabra. El vino de reserva se saborea con más gusto. Saludos, Beatriz.
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