ELLA SOLO QUERIA BAILAR CON ROBERTO.

[J.Jesús Ibarra Rodríguez]

 

 

 

Hace tiempo en un pequeño lugar llamado San Anselmo, sucedió lo que ahora les cuento.

San Anselmo es un sitio muy hermoso,con amaneceres luminosos y unos ocasos deliciosos,bañados con los rayos de oro del sol.Cerca de ahí hay un tranquilo y no muy ancho río de suave corriente, que permite que las hormigas lo crucen viajando en las hojas de los arboles de arilla a orilla.

El poblado como muchos otros, nació por el instinto gregario de los seres humanos, y por buscar el agua en manantiales, ríos, y lagos para sobrevivir.

En San Anselmo se efectuaba cada año el principal festejo,y procuraban sus gentes que cada vez fuera mejor que el anterior.

La fecha señalada era ese Sábado, y desde muy temprano el salón principal de pueblo lo estaban acondicionando.Pusieron mesas, sillas,globos y focos de colores.Además prepararon el sitio en donde estaría la orquesta.

Como cada año acudiría la población para bailar,disfrutar de las bebidas y de los bocadillos, todo en sana convivencia.

Ofelia,muchacha del lugar estaba muy entusiasmada, y no era para menos.En la fiesta estaría Roberto con su galanura,era un muchacho fuerte, alto de ojos vivaces y acerados.Era muy popular entre las chicas por ser simpático,bromista y dicharachero.Y cualidad aparte era que bailaba muy bien.Así que Ofelia estaba muy ilusionada.

Hacia días que que soñaba que el la tenia en sus brazos y la besaba.Cuando despertaba del sueño solo veía la luz de la ventana de su cuarto, en esa casa llena de plantas y enredaderas.

Ese Sábado estaba Ofelia desde temprano sentada ante el espejo arreglándose para estar lo mejor posible esa noche.

Ofelia era delgada, de pelo negro , largo y sedoso,sus ojos tenían el color del café recién tostado.Su piel morena semejaba suave terciopelo.Solo se levantó un momento para tomar un frugal alimento y bebidas de sabores.Después siguió en su arreglo.El tiempo pasaba y ella se ponía cada vez mas emocionada, al grado de que involuntariamente tiro el tarro del maquillaje y también el retrato de Roberto, que había recortado de una fotografía del grupo de la escuela en donde estaba el.Lo miro con ternura y lo beso, entrecerrando los ojos decía-Roberto, amor,pronto seras mio.En ese momento tocaron a su puerta y rápidamente coloco con delicadeza el retrato en un alhajero.Era Elvia la mejor amiga de Ofelia que la acompañaría al baile.Entro sonriendo mientras veía a Ofelia que se había puesto su mejor vestido, los zapatos nuevos,unos vistosos aretes y un collar deslumbrante.Elvia sabia de la pasión que Ofelia sentía por Roberto, y también esperaba que se le cumpliera su anhelo de bailar con el .Casi a las ocho de la noche salieron de la casa rumbo al salón.Como el poblad0 era pequeño se fueron caminando,con cierta dificultad por los tacones altos.Llegaron pronto y Ofelia al entrar comenzó a sudar de las manos y le hormigueaban los pies de la emoción.La orquesta ya estaba deleitando a la gente con sus variados ritmos.Ofelia y Elvia se sentaron en unas sillas cerca de la pista de baile.Ofelia de inmediato busco ansiosa con la vista a Roberto, lo vió ,ahí estaba, le temblaron las piernas, se le dilataron las pupilas se aceleraron los latidos de su corazón.Pero Roberto no estaba solo, bailaba con Amparo.El nunca notó su presencia y seguía bailando con Amparo entre carcajadas.Ni un lazo le echo.Por mas que Ofelia ponía su mejor cara, se alisaba el pelo y sonreía con Roberto, el seguía como si nada.Para colmo en una de las vueltas bailando, Roberto paso cerca de Ofelia y le pisó un pie con su bota,produciéndole dolor que ella supo disimular.Pero el siguió bailando con amparo como si nada hubiera pasado.

Las horas se fueron y las melodías se sucedieron.Ofelia no quería bailar con nadie, varios muchachos le pidieron bailar y nunca salió. Ella solo quería bailar con Roberto.Termino el baile y a Ofelia le dolía la cabeza, unas gruesas gotas de sudor le escurrían por la espalda.Salieron Ofelia y Elvia del salón y se le notó a Ofelia como un lagrima le hizo un surco en el maquillaje.

Esta exquisita mujer caminaba con el animo por los suelos.Elvia al notar todo esto le dijo-Animo mujer un buen día vendrá un hombre que te quiera y llene tu alma y tu corazón de amor.Mejor olvida a ese Roberto, no te merece.

Ni la dulce luna arrulladora y comprensiva lograba alegrarla.Era su primer golpe sentimental.

Si miras un bello barco.

si te quieres en el subir,

piensa mejor con calma,

porque se puede hundir.

Mejor sube a una barca,

rustica pero confiable,

y con toda seguridad,

en ella sobrevivirás.

No quieras alcanzar una estrella,

por que su luz te puede encandilar,

mejor es una lampara sencilla,

que bien te puede alumbrar.

J.Jesús Ibarra Rodríguez.

Delegado Cultural UHE.México.

D.R.2013.

 

 

 

 

[MÓNICA LOURDES AVILES SÁNCHEZ]

[SENDA]

[Carlos Eduardo LAmas Cardoso]

Jesús,

Muy bello relato y muy bello poema. Felicidades!

Saludos y bendiciones!