"lo que le hizo tomar la decisión de no volver". Pero Cuando tú te fuiste apareció el. Sólo te miró y el te seguía. Sus ojos eran dos candeleros color llama de fuego. Desapareció entre la multitud. Al llegar al portal su mano se posó en tu hombro, te diste la vuelta y allí estaba él. Con su aguijón, cadavérica cara y su capucha negra. Tenía tu nombre en sus manos. Sudaste al presagiar tu muerte. En silencio diste vueltas a la llave y entraron a la casa. Y él te dijo con sus azulados labios En unas horas no vivirías. Le pediste tiempo para arreglar tus cuentas, el dijo no, Ya llego tu hora debes reconocerlo lo debiste pensar antes, te llevo al pasado y como llorabas porque nada hiciste a tus familiares nunca tu buscaste, ahora morirás en silencio, te diste la vuelta en la escalera gritaste en voz alta: "no quiero morir " nadie te escucho. Bajó los ojos y dijo lo siento es tu hora ya lo mucho que tienes lo que almacenaste todo quedara" soy el príncipe de la muerte y la Soledad".
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