EL NIÑO POETA
En una ranchería donde el sol se despereza, vivía el niño
en el seno de una humilde familia, en condiciones precarias,
que solo tenían un tesoro: el sol, el cielo y la tierra.
Desde que él aprendió las primeras letras, denotó la tendencia,
a ser un poeta. En sus caminatas por ese pequeño poblado,
le gustaba mirar su entorno, ver arboles, caminos y ríos.
Le atraían los amaneceres y atardeceres. Y si bien jugaba
con sus amigos, ya por la noche salía de su casa a ver
la luna, las estrellas y alguna vez un cometa.
Le nació escribir sobre todo lo que veían sus inocentes y
escrutadores ojos. Sus lineas comenzaban hablar de nubes,
de lluvias, flores , plantas y frutos. Pero también de la vida,
y hábitos de los animales.
Con esa intuición, con ese talento vivía el niño; pero tenía
un problema : no contaba con un cuaderno y un lápiz, para escribir
sus inquietudes literarias, así que le pidió a su padre que le
comprara lapiz y libreta extra, especialmente para plasmar su
imaginación, inspiración, observación y creatividad.
El padre que estaba lleno de hijos, al oír su petición
le dijo que solo tenía dinero, para comprarle un cuaderno para
las tareas de la escuela, que la situacion era critica.
El niño se puso triste y el padre al notarlo también,
ya que le era imposible hacer un gasto extra.
Además el padre tenía la inocente ignorancia sobre las letras,
él solo se dedicaba a trabajar para mantener al núcleo familiar.
El niño que ya empezaba a escribir poesia lírica, espontanea,
con el corazón y el alma, robaba partes a su libreta de tareas
escolares, para anotar sus versos.
Al insistir el niño al padre, sobre comprarle lápiz y cuaderno,
este desesperado le dijo que ya sabía la solución.
Le dijo que saliera al patio y mojara la tierra y con una rama de árbol,
escribiera todo lo que quisiera, así ahorraría papel y tinta.
El niño solo pensó que ante esa situación, mejor escribiría
cuando creciera, sobre papel y no sobre la alfombra mundial
de húmeda tierra.
J. Jesús Ibarra Rodríguez.
México. D.R.
Imagen de Internet.
Comentario
Ingrid Zetterberg, fina y distinguida poeta, soy un privilegiado con tu presencia en mi pagina.
Tu comentario refleja que existen realidades en las vivencia humanas, que impresionan y llaman
a la reflexión. Es muy ejemplar tu experiencia infantil, por lo que te felicito por seguir tu vocación,
a pesar de las carencias.
Recibe con afecto un saludo fraternal.
María Cristina, estimada poeta, mil gracias por estar aquí en mis letras.
Tu comentario deja ver tu real sensibilidad y apreciación de la conducta humana.
Te envío un saludo fraternal.
Delia Pilar, ilustre y amable poeta, gracias por gastar el tesoro de tu tiempo para visitar mis letras.
Tu analitico comentario sobre el contenido del texto es muy certero.
Te agradezco el que lo hayas DESTACADO.
Recibe un cálido saludo fraternal.
María Inmaculada García Gómez, estimada poeta, soy afortunado con tu visita a mi pagina.
Tu comentario es muy generoso.
Te envío un fraternal saludo.
Rosa Elizabeth Chacón León, gentil poeta gracias por visitar mis letras y saber que mi texto despertó tu
sensibilidad.
Recibe un fraternal saludo.
¡Qué horror! ¡qué padre tan injusto! Yo recuerdo que cuando tenía 11 años de edad y me empezó la inspiración poética, yo escribía en las paredes en la oscuridad de mi dormitorio, en plena madrugada, y al día siguiente lo pasaba en limpio en un cuaderno. Yo también era pobre, pero mi mamá siempre hizo esfuerzos porque no me faltara nada, mucho menos un simple cuaderno, que siempre está al alcance de todos los bolsillos. Me ha encantado tu linda prosa, Jesús Ibarra. Un saludo fraternal.
"la alfombra mundial
de húmeda tierra"
Me encantó su escrito, esta frase es lo más, saludos.
Wauuu ... hermoso pero lleno de carencias el niño que deseaba escribir poesía.
Ante esa alternativa, es difícil escribir pero no imposible hacerlo algún día.
Maravillosa prosa.
Saludos y buenas noches.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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