EL COLIBRÍ Y LA BELLA FLOR (Fábula)
El sol, esa moneda de oro en el cielo azul, dejaba caer sus rayos
en un nopal de verdes pencas, que tenían filosas espinas
que protegían a una bella flor.
Por allí pasó un colibrí y se enamoró de ella,
y arriesgando su vida le declaró su amor.
Todos los días la visitaba, pero lo hacía con precaución porque
el nopal de noche y de día la cuidaba.
Al estar con ella el colibrí le contaba de sus correrías por varios lugares,
y a la flor hacía reír, y además se tornaba más hermosa.
Pero pasó el tiempo inexorable, y la flor comenzó a cambiar,
un día se transformó en una espinosa tuna difícil de tocar.
El colibrí al recibir la sorpresa la dejó de visitar,
y resignado se alejó muy triste y siguió su constante volar.
Moraleja: las cosas y las situaciones cambian y hay que aceptarlo.
J. Jesús Ibarra Rodríguez.
México. D . R .
Imagen de Internet.
Comentario
muy bello bravo
Elias Antonio Almada, gracias amigo poeta por recorrer mis letras.
Celebro que te hayan agradado.
Te envío un fraternal abrazo.
Críspulo Rufino Cortés Cortés, estimado amigo poeta, gracias por seguir mis letras.
Tu comentario siempre tiene alto valor.
Te envió un fuerte abrazo hasta Iberia.
Que belleza, gracias por la gran moraleja escritor. Un deleite la lectura, saludos cordiales.
Querido Jesús,
Gracias por compartir esta hermosa fábula del colibrí y la bella flor. En ella, encontramos una enseñanza valiosa sobre el cambio y la aceptación.
A veces, nos aferramos a las cosas y situaciones tal y como las conocemos y las queremos, sin darnos cuenta de que todo está en constante cambio. La flor, que en un principio era hermosa y delicada, se transformó en una espinosa tuna. El colibrí, al darse cuenta de que la flor ya no era como antes, decidió alejarse. En este caso, el colibrí entendió que las cosas y las situaciones cambian, y que hay que aceptar ese cambio.
Es cierto que aceptar el cambio no siempre es fácil. A veces, nos resistimos a él porque nos da miedo lo desconocido o porque preferimos lo que conocemos. Pero la vida nos obliga a cambiar y a adaptarnos a nuevas situaciones, y es en ese proceso donde encontramos oportunidades de crecimiento y aprendizaje.
Gracias de nuevo por compartir esta fábula conmigo. Espero que sigamos aprendiendo y creciendo juntos.
saludos cordiales,
Natuka
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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