EL ALMA

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

EL ALMA

EL ALMA

El alma salta de nuestro cuerpo
Bebemos en la fuente que hace ver los ojos ausentes
La noche llega con sus corderos y sus selvas intraducibles
La noche llega a paso de montaña
Sobre el piano donde el árbol brota
Con sus mercancías y sus signos amargos
Con sus misterios que quisiera enterrar en el cielo
La ciudad cae en el saco de la noche
Desvestida de gloria y de prodigios
El mar abre y cierra su puerta
Es para llorar para llorar
Porque nuestras lágrimas no deben separarse del buen camino
VICENTE HUIDOBRO

Cuando sale de nuestro cuerpo,
por las noches, el alma libera
todas nuestras energías guardadas,
venenos que acaso dañarán el ser,
nuestro ser, en la vigilia; es el sueño,
cuando con ojos ausentes, vorazmente
atrapamos los sueños, los engullimos
como banquetes celestiales que son
gran regalo para nuestras atrapadas
fuerzas que se mostrarán cuando
despertemos ya en la vigilia, sin
que hayamos sabido por qué
sucedió eso o a qué se lo vamos

a endosar en un árbol enquistado
a nuestras vidas desde que hemos
llegado al mundo, nacimos y somos
gran prodigio que tal vez nunca
hemos mirado en un espejo…

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Muchas gracias Críspulo, excelente lunes vespertino, buen descanso y saludable martes!

[J.Jesús Ibarra Rodríguez]

Gracias Poeta Paisano Benjamín por compartir tus analíticas y filosóficas letras.

Felicidades. Fraternal abrazo.

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Mil gracias por tu lectura, opinión y destacado querida Delia Pilar; ten un magnífico último lunes del 2020!

[Edwin Antonio]

Felicitaciones 

[Delia Pilar]

Así es, nuestra alma, liberada ya de todas las ataduras de la vigilia, recorre espacios y, osada, hace y deshace todo lo que no nos atrevemos a realizar a la luz del día.

Muy bueno tu poema, lo he disfrutado a pleno.

Gracias por compartirlo, Benjamín.