Tus acordes son suspiros,
resuenan en mi garganta,
y mi pecho se agiganta
sofocando sus respiros.
Armónicas vibraciones
de tus cuerdas ordenadas,
que sueltan, enamoradas,
sus sentidas emociones.
Tu cuerpo, madera viva,
suavemente contorneada,
figura de dama alada
entregándose furtiva.
Y, con anhelo, me abraza
sometiéndome al conjuro,
envolviendo el aire puro
con la pasión que me arrasa
Maravillosa existencia
que se entrega día a día,
resonante algarabía
que descontrola su esencia.
Melodías se construyen,
que los tiempos van surcando,
canciones que van brotando
y en el viento se diluyen.
La cuido con gran esmero,
y acaricio con ternura,
guitarra que, en su cintura,
me va mostrando el sendero.
Senda por donde el sonido
fluye de su fina boca,
que con su aliento provoca
resurgir lo reprimido.
Guitarras que me acompañan
desde mi temprana edad
cuando artera, la soledad,
mostraba cosas que, aún, dañan.
Mis compañeras de vida,
mis amigas del camino,
mostrando un nuevo destino
que me ha sanado la herida.
María Elena García Giraldo (Derechos Reservados)
Comentario
Hay belleza y calidad en tu versar, gracias poetisa por compartir, te seguiré leyendo.
Saluditos
Gusté escuchar tu guitarra, poetisa
Abrazotes, amigaza
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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