CORRIENTES

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

CORRIENTES

Miremos desde lejos; miremos desde fuera;

miremos desde dentro, miremos el entorno:

todo lo que ocurre pasa, pasa, pasa y deja huella,

todo nos marca como reses en corral,

todo,

todo,

todo...

 

 

 

I

 

Miremos porque sólo mirar promueve náuseas,

miremos, aunque las náuseas, ataquen nuestras

emociones por siempre; llevemos las huellas

del pensar, del decir y del quehacer

hasta sus límites.

 

Miremos porque sólo observar deja unas marcas

en la memoria fiel para que no olvidemos.

Miremos para saciar la sed de acontecimientos

que guardan nuestros genes; miremos...

 

Observemos las sensaciones de los sucesos,

observemos hasta sacar la médula a las cosas.

 

Observemos y hagamos de todo un monumento,

para formar la historia miremos, observemos,

absorbamos...

 

Ojos para la escalera, ojos para el desierto,

ojos en el infinito, ojos en el horizonte,

ojos en lo inmediato para hacer de todo

un hato...

 

 

II

 

Toquemos, palpemos, sintamos con la piel:

lo que pasa y sucede puede ser trascendente,

y de no tocar, acaso nos arrepentiremos

y el tiempo nunca, nunca, nunca, jamás,

jamás da marcha atrás...

 

Respiremos, con todo, los sentidos

inunden nuestras pieles;

hagamos de los sentidos una máquina

etérea que atrape los acontecimientos...

 

Tomemos del oxígeno ambiental

lo bueno y lo malo;

no dejemos que escape

pues acaso mañana no existe,

no existirá, nunca ha existido...

 

Sólo es tiempo de hoy,

un hoy eterno

que corre, que transcurre,

que no se deja atrapar...

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Querida María Mamihega muchas gracias por tu destacado y te deseo un lunes perfecto y una semana productiva para tí y los tuyos!

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Muchas gracias por tu destacado querida María Beatriz; y asunto aparte merece mencionar tu puntilloso comentario que destornilla todo el ensamblaje del poema para dar a conocer a legos y entendidos lo que el poema enseña y marca de modo subrayado!

Esperando al fotógrafo.

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Hasta Argentina viaja mi más sentido agradecimiento, querida Delia; que el lunes aparezca lleno de novedades positivas para tí y los tuyos!

Esculturas religiosas del siglo XVIII.

[Maria Mamihega]

SIEMPRE TAN SABIO AMIGO MIO. ME ENCANTÓ!!

ADORO LEER TUS TRAZOS QUE INVITAN A REFLEXIONAR.

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Hasta Mendoza, Argentina, mi agradecimiento querida Beatriz; y avalo tu punto de vista sobre la necesidad de reflexión sobre lo que señalo; te deseo un inicio de semana sensacional!

Leonardo Da Vinci.

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Gracias mil Aimée querida, porque estoy cierto que nadie hubiera interpretado tan fielmente lo que digo en el poema; agradezco de manera puntual asimismo tu fraternal destacado que me hace notar que nada ha sido en vano; feliz semana nueva amada amiga!

María Izquierdo, destacada pintora mexicana.

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

Cierto tú lo que quieres decir es que miremos a plenitud todo lo que nos rodea y sucede en nuestro diario acontecer,  tanto lo bueno y lo malo aunque nos provoque rechazo porque estudiando, mirando, observando, viviendo serán herramientas útiles para escribir, para aprender.

Miremos porque sólo mirar promueve náuseas,

miremos, aunque las náuseas, ataquen nuestras

emociones por siempre; llevemos las huellas

del pensar, del decir y del quehacer

hasta sus límites.

Miremos porque sólo observar deja unas marcas

en la memoria fiel para que no olvidemos.

Miremos para saciar la sed de acontecimientos

Un gran consejo nos estás dando Benja querido!

Me gustó,  gracias

[Delia Pilar]

Importante vivir a pleno el momento, incorporar todo, pues  todo deja trascendencia. Hermoso, Benjamín, este texto que nos dejas además de sabio.

Felicitaciones.

Delia

[Beatriz Baudizzone]

Todo contribuye al correr del mundo  y de la humanidad. Tus palabras deberían conmovernos a todos y llevarnos a analizar los hechos profundamente. Gracias por esta alarma...

[Aimee Granado]

Todo deja huellas amigo, son cosas de la vida y de su transitar irremediable. Huellas que escriben y delatan, que escrutan testimonios,que secan el llanto y humedecen en la sequía del alma. Huellas que acercan corazones, que alejan los quebrantos y que sellan alianzas para siempre.  Huellas que nos hablan o castigan, que ponderan o flagelan. Huellas que nos besan el silencio y nos marcan el sendero.

Miremos porque sólo observar deja unas marcas

en la memoria fiel para que no olvidemos.

Miremos para saciar la sed de acontecimientos

que guardan nuestros genes; miremos...

Y ese hoy eterno que nos llama al hacer cotidiano, mirando desde dentro y desde fuera para contagiarnos con sus visiones.

Vivir un día más como el regalo bendito que nos ofrece nuevas oportunidades para admirar, agradecer, congratular la divinidad del existir, la necesidad de empinarnos y crecer como mejores seres humanos, dispuestos a emprender senderos que edifican y fortalecen, aún en medio de las dificultades y las debilidades. Atrapar cada instante con vehemencia y empeño, atesorar el brío del optimismo, aprendiendo de nuestras equivocaciones, transmitiendo testimonios de vida y de lucha por alcanzar quimeras, por convertirlas en realidades asequibles y estar dispuestos siempre a comenzar de nuevo, cuando por avatares del destino nos pueda confundir el averno del azaroso desamor.