CONVERSANDO CON EL ESPEJO

[Santos M. Gonzalez]

CONVERSANDO CON EL ESPEJO

 

Escribo un poema caprichoso

mientras converso con el espejo,

mi copa  en alto mientras hago un brindis

mientras  saboreo

las lágrimas del vino, lentamente.

 

Recuerdo aquella mujer descalza

que lleva sus  chancleta en la mano,

alza su vuelo  vestida de ángel,

nadie sabe para donde va,

pero va en busca del éxito en el extranjero.

 

Ella ha volado muy lejos en la cercanía de la distancia,

me ha  dicho que la espere

y su  invitación es para emborracharnos en su cielo,  

para escribir versos  de amores prohibidos

que tenemos pendiente.

 

Me contó un día,

que con la poesía había que reinventase,

a veces se escribe un poema con versos de amor

como si se  amasa el pan  con los dedos

y otras veces con el silencio de nuestros pensamiento.

 

Quien diaria  que bebería de sus versos,

y me emborracharía con su amor,

a veces deseo encontrarla, apretarla,

darle un beso estrujado  en su boca

pero los mares están por el medio

como una suegra fastidiosa.

 

Mi único consuelo es que regrese

de su viaje y volvamos a libar  de la lirica  

de los versos borrachos de amor,

que le escribo mientras el espejo se burla

y me dice:“Que vivo loco de amor, por ella”.

 

Santos M. González

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