Esos versos que dije alguna vez
sin limpiarme los zapatos
y porque el tren pasaba a las 6 y no paraba,
tienen no sé qué de mi infancia
o del viejo almanaque de mi sueños.
Ellos son quizá el mundo
como una cicatriz rebelde
en el traspatio de la memoria.
Aquí fenece esa imagen y su potencia
ante la carne que se niega sin sombrero
a ser la noche.
Aquí fenece el mundo,
yo lo siento latir como si la agonía
fuese el encuentro con las frondas del bosque.
Nadie sabe por qué vive, ladra,
enchufa un aparato en las ranuras
o construye un dique.
Nadie sabe que subir a un árbol
y colgar las tenis al aire de una rama
no nos hace pájaros ni flores.
Aquí fenece el tiempo y sus líneas dobladas,
en este rostro de niño que se duerme.
DE UN NUEVO LIBRO INÉDITO
DERECHOS DE AUTOR PROTEGIDOS POR LEY
Comentario
Gracias, María Milagro, abrazos
UN GUSTO LEERLO
Gracias, amiga, quizá, todo es tan relativo, abrazos.
Dijo Sócrates consciente de su propia ignorancia: Yo solo sé que nada sé.
Tal vez al decirlo, se refería a la misma experiencia tuya.
¡Gracias mi querido Ronald, interesante compartir!
Un abrazo!
Gracias, De,ia, por tu bello comentario y el destacado, abrazos
Gracias, Críspulo, por tu bello mensaje, abrazos
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
© 2024 Creada por Aimee Granado Oreña-Creadora. Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!
Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME