Capricho el mío,

querer perpetuar

 aquel beso robado,

soy varón de cuatro esquinas,

con un corazón sin medias tintas

y con el amor atado a tu lado.

Comprendo que no soy

el hombre de tu vida,

pero me la juego todas,

por robarte tus caricias.

Eres la mujer,

que aviva mis masculinos ardores

y no soy caballo manso,

cuando me miras y te miro.

No respiro por costumbre,

lo hago porque me toca

y aunque no quieras

y te sientas potra salvaje,

te aseguro,

 que junto a mi tengo unas bridas,

para quitarle lo bravía,

y para que me ames,

aunque no quieras.

 

Autor: marco González Almeida

Venezuela 11 de octubre del 2012

Derechos reservados

Vistas: 80

Comentario

¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!

Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

Your image is loading...

Insignia

Cargando…