Nombre y Apellido:  Manuel Ibarra  

Caracas/Venezuela  

Autorización para publicar.

En un apartado castillo en las montañas, vivía un anciano mago al cual acudieron un día, seis [6], discípulos con la finalidad de aprender en corto tiempo las artes y secretos de su gran magia. Pasaron los días, una mañana el anciano se presentó ante sus alumnos y les pidió que sacaran de un sombrero que tenía entre sus arrugadas manos, una bolita de papel donde previamente el mago, había escrito con tinta mágica los valores de [Humildad, responsabilidad, compasión, trabajo, amistad y esperanza]. Seguidamente, cada uno de los discípulos sacó una bolita de papel, con la condición de que no deberían leerla hasta después de la cena. De igual manera indicó el anciano mago y maestro, que la otra condición era que el siguiente día, debían acudir por separado y darle una breve explicación, de la utilidad de aquella frase, encontrada en la bolita de papel, debían ser muy sinceros y honestos con la respuesta, ya que de ella dependía su permanencia en el castillo.


Seguidamente los asombrados alumnos se fueron a realizar sus actividades, después de la cena, en la comodidad de sus habitaciones, procedieron a leer lo escrito en el papel, luego comenzaron a ensayar la respuesta, que debían dar al anciano mago después del desayuno. Amaneció un nuevo día, los rayos del sol iluminaron el majestuoso castillo, luego del acostumbrado desayuno, el anciano mago se retiró al gran corredor a esperar la presencia de sus seis [6] discípulos. El primero en llegar le explicó que la [humildad], para su formación como mago, no tenía ningún valor, porque el mago que es humilde no disfruta de la fama. Tras escuchar aquella respuesta, el anciano mago le indicó que debía marcharse del castillo. Luego siguió el discípulo que le había tocado la [responsabilidad], a lo cual explicó que era muy limitada porque lo primordial era hacer magia.

Inmediatamente el anciano le pidió que se marchara de su castillo. Seguidamente hizo acto de presencia el discípulo a quien le había tocado la [compasión], en ese sentido explicó que esta no debería existir, ya que lo importante para todo mago era castigar al adversario. Sin perder más tiempo el anciano mago, le pidió al discípulo que se marchara de su castillo. Pasados los minutos se presentó el discípulo con la frase [trabajo], a lo cual explicó que era muy importante para su formación, siempre y cuando le produjera mucho dinero y riquezas. Mirándolo fijamente por unos minutos, el anciano mago arqueó las cejas y le pidió que se marchara de su castillo.


Levantándose de la silla el anciano mago estaba muy desilusionado de aquellos discípulos, cuando de pronto se presentó el último a quien le había tocado la frase de la [esperanza], el anciano mago regresó a la silla y mirando al alumno le sugirió que comenzara con su explicación. Tratando de vencer los nervios, el discípulo indicó con voz firme que la [esperanza], era un valor de gran importancia para su formación como mago, ya que, desde muy pequeño, había cultivado la [esperanza] en su corazón, de que si actuaba con [humildad, responsabilidad, compasión, trabajo, amistad], podría algún día, llegar a ser un gran mago como su maestro presente. Después de escuchar con atención, la breve pero magistral explicación de su discípulo, el anciano mago con lágrimas en sus ojos se acercó y abrazándolo le dijo, que era bienvenido a quedarse en el castillo y poder así aprender los grandes y muy guardados secretos de su magia.


Fin.

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Respuestas a esta discusión

Apreciados amigos, pido disculpas por no haber podido [justificar] el texto del microrrelato, pero en la barra de actividades no está visible la opción. Aunque en mi archivo de la computadora tengo justificado todo el texto, pero al copiar y pegar se distorsiona. Reitero afectos y saludos desde mi Caracas/Venezuela.

Es un excelente cuento, Manuel Antonio. Lo felicito. Le sugiero no poner el número 6 entre corchetes; no es necesario. El escenario, los personajes, el tiempo están bien estructurados. Hay cierta tensión. Lo aplaudo.

MANUEL ANTONIO IBARRA ACOSTA, estimado Escritor, gracias por compartir tu texto.

La importancia de la presencia de valores en los humanos es esencial.

Felicitaciones. Un fraternal abrazo.

Un buen relato, de mucha enseñanza y esperanza ,poeta.
Saludos cordiales
Teodora

Un gusto disfrutar de la lectura de tan bella narrativa, que buena enseñanza nos deja. Mis felicitaciones estimado autor. Un cordial saludo.

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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