En un rincón del mundo, donde los niños nacen,
caminas por las calles y no hay ni una mujer.
Hay hombres que pasean y, a veces, tras de ellos
un bulto de ropajes les sigue por doquier,
parece que se mueven a un ritmo poco altivo
y, por una rendija, dos ojos que te ven,
su voz es un susurro, no sabes si debajo
de aquellas telas negras hay aire o hay un ser.
Son seres que nacieron para vestir sudarios,
su vida es una cárcel a poco de nacer.
Transcurre su existencia metidos en la tumba
quizás nunca tuvieron ni el nombre de mujer…
Sus horas se amalgaman en pos de la esperanza
que algún día cualquiera pudieran fenecer.
En otro mundo aparte existen otros seres,
sin cárcel de por vida, que tienen el poder
y quieren olvidarse de aquellas sombras vivas
de aquel mundo perdido que no han de conocer.
En el segundo mundo existen unos seres
que andan lbremente sin sudarios oscuros ,
con cuerpo de mujer .
2/12/2010
Xavier
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