Buscando voy tu rostro entre la nada
mientras la lluvia violenta no cesa
me recuerda la sagrada promesa
como iglesia remota campanada
que al céfiro su pena le confiesa
que de tu ser estuve enamorada
tanto, tanto tañe que me ensordece
y en este mi amén mustio se enmudece.
La gramola no deja de tocar
Lindos Ojos, la que a ambos nos gustaba
el recuerdo no deja de atizar
aludiendo lo mucho que te amaba
que la luna nos solía envidiar
y sin más su destello nos enviaba
época en que la lluvia y mi llorar
sintieron un bello amor aflorar.
En un café inhóspito y solitario
escribí tu apellido idolatrado
para esconderlo dentro del armario
al tiempo lo he encontrado todo ajado
al lado del antiguo escapulario
junto al triste recuerdo agazapado
que hoy me grita lo mucho que te he amado
sin embargo, eres parte del pasado.
Hoy sólo un gran amor imaginario
que entre gotas de lluvia y café amargo
de nostalgias salpica el viejo diario
y al leer me hunde pedreñal letargo
convirtiendo la dicha en un calvario
nada fue ilusorio, no, sin embargo:
la gramola tocando la canción
convierte tu recuerdo en obsesión.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
©copyright.
Imagen tomada de Google.
Etiquetas:
Bravo
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
© 2025 Creada por Aimee Granado Oreña-Creadora. Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio