Aquél verano el tiempo en su misterio

preparó la urdimbre más dulce de la historia.

Entretejió las fibras de nuestras almas

varadas en los silencios,

atrapados en otros rostros sin memoria.

El encuentro cotidiano,

la mirada aguardando la palabra,

destinados a bogar las mismas playas.

Fueron lágrimas y risas compartidas,

las que descorriendo velos

mostraron nuestro interior, ya sin bonanza.

Rompimos las corazas de silencios

y nos dijimos muchas cosas sin palabras.

El néctar derramado de las fontanas

de nuestras bocas, fue alfombra

para el inicio del excelso encuentro de los cuerpos.

Dios fue testigo de la fusión de tanta belleza,

la cima  de la esencia predestinada.

Nosotros fuimos universo,

parte del de la Luz Eternizada.

Un año y aún me quema el fuego.

Un año y aún arde la llama.

Mi corazón es el madero

que alimenta día a día la hoguera

donde se alimenta el sueño del mañana.

 

 

BEATRIZ TERESA BUSTOS

San Francisco Còrdoba Argentina

 

 

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Respuestas a esta discusión

Mi querida amiga , tu poema es  un mensaje esperanzador y conmovedor, que habla de la fuerza de la conexión humana y de la importancia de encontrar y apreciar el amor verdadero.

Abrazos de tu amiga Natruka

Bellos versos, de recuerdo y esperanza.

Saludos cordiales, poeta.

Teodora

Muy hermoso poema, Beatriz. Y la llama arderá por siempre cuando el amor es eterno. Un saludo y bendiciones.

Bellas letras cargadas de amor apreciada amiga poetisa Beatriz Teresa. Felicito la inspiración de tu musa y como siempre recibe afectos y saludos desde mi Caracas/Venezuela. 

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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