La siesta, misión obligada y nada apetecible en la que los adultos, deseosos de un buen descanso en especial para ellos, los comprometen. Los niños en la cama, sin sueño, irremediablemente descubren su cuerpo, sino lo descubrieron antes. Además, ellos quisieran irse a la calle, gozar del sol o de la lluvia, del calor abrasador o del frío. La siesta es convertida en un mito, es más, en un rito. ¡Y cuántas veces esos mismos niños en esos momentos de “descanso obligado” descubren maravillosos y prohibidos tesoros en las bibliotecas de sus padres! Abandonando la cama en puntillas, los niños incursionan en estanterías accediendo a libros que serán leídos a escondidas entre sábanas y con ojos redondos de admiración, serán estos los que realmente los formarán y no los que tratarán a la fuerza de hacerles incorporar los adultos y sus instituciones en épocas posteriores -asépticos, tradicionales y burgueses-. Esos libros clandestinos alimentarán esa sana rebeldía, esa capacidad de reacción y rechazo hacia la cultura y la moral imperante.  Constituirán la “mecha” que encenderá sus almas apartándolas de la “chatura” del rebaño.

 

Delia Checa - D. R.

Mendoza, Argentina

2018

 

 

 

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Comentario

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PLUMA ZAFIRO
Comentario de Iris Girón Riveros el julio 27, 2021 a las 1:44pm

Con atención he leído la versión que nos compartes.

"...Esos libros clandestinos alimentarán esa sana rebeldía, ..."

He tomado esta expresión 

porque me ha hecho pensar que yo no viví aquello,

porque ni fui rebelde, más bien muy pegada a las monjitas salesianas

con quienes me eduqué desde mis primeros años.

Pregunto respetuosamente:

¿Puede haber sana rebeldía?

Disculparás Delia, mi comentario o mi desconocimiento.


PLUMA MARFIL
Comentario de Yeny Tejada el julio 27, 2021 a las 1:04pm

Delia Pilar. Mis libros clandestinos no eran en realidad libros. A escondidas y en compañía de mis hermanos conseguíamos las revistas de chistes, lo que ahora les llaman comics, hablar sobre los superhéroes como Superman, Batman, Archie y sus amigos, la pequeña Lulú, etc. eran lecturas prohibidas  por mi mamá porque pensaba que íbamos a perder el tiempo y no cumplir con las tareas de la escuela. Tal vez así fue como se incentivó mi afán por crear, aprendí de lo bueno y lo malo para identificarlo en el mundo real. Valores como la lealtad, la verdad y la justicia por mencionar algunos. Los libros luego en mi casa con mis hijos siempre estuvieron expuestos, pero yo diría vetados para cierta edad por el lenguaje usado tal vez y que no pudiera ser entendible para ellos. Así que mira si yo no rompí la regla de no leer algunas cosas. Gracias por llevarme a esos días en que era imposible dejar de leer "las historietas". 


ADMINISTRADOR
Comentario de Delia Pilar el julio 10, 2021 a las 10:57pm

¡Muchas gracias, querida Ma. Ángeles!


ADMINISTRADOR
Comentario de Delia Pilar el julio 10, 2021 a las 10:56pm

¡Hola , Beatriz!

Con libros clandestinos no me refiero a pornografía ni mucho menos, sino a libros para adultos (¡clandestinos o prohibidos para los niños!), ni por asomo me referí a pornografía ni nada parecido. Podrían ser de Anatomía y Fisiología Humana (hace años se le ocultaba a los niños mucho de la maternidad y el parto, lo normal se reemplazaba por mitos y, lógico, los niños se asombraban cuando un texto les informaba la realidad), erotismo (¿porqué los padres si les gustaba la poesía erótica se iban a privar de ello?) o novelas o ensayos para adultos en los que se plantean problemas complejos que pueden ser mal interpretados por los niños.

En cuanto al rechazo a ideas y moral imperante... el que elija otras ideas u otra moral no quiere decir que su conducta vaya ser inmoral ni amoral, simplemente se cuestionará algunas normas de esta sociedad, que adolece de bastantes fallas, para crear sus propias normas y también adoptará su religión e ideas políticas sin seguir a "pies juntillas" las de las figuras parentales. 

En cuanto a "descubrir su cuerpo"... Te aclaro que la sexualidad infantil es una realidad, solo que en esa época está volcada hacia sí mismo. La sexualidad no aparece recién en la adolescencia, se manifiesta como dije muy tempranamente. En la adolescencia sí se manifiesta hacia otros seres humanos como en el adulto... La sexualidad en la infancia se expresa en la exploración de su propio cuerpo (hay padres que censuran al niño en esta experiencia), de ahí que los niños se vean obligados a realizarla en solitario. 

Bueno, amiga, aclarando estos puntos, te agradezco la lectura y el haberme dejado tu comentario. 


PLUMA BRONCÍNEA
Comentario de Ma de los Angeles el julio 10, 2021 a las 6:30am

SIE,PRE DECIAN QUE HACER LA SIESTA AYUDABA A DESARROLLAR LA MENTE, ADEMAS DE SALIR UN RATITO DE EL,LOS.


PLUMA ÁUREA
Comentario de Maria Beatriz Vicentelo Cayo el julio 9, 2021 a las 4:33pm

Hum... pero del momento que LOS PADRES tienen esos LIBROS CLANDESTINOS, esos niños empezando por los padres nada más, ya tendrían la mecha encendida.  ¿Qué formación obtendrían al tener  unos padres así?  ¿A qué le estaríamos llamando libros "clandestinos"?  No llego a entender lo que se quiere decir con libros clandestinos.

Clandestino llamamos a lo oculto, fuera de normas morales, fuera de la ley, no es cierto?   En un hogar bien constituido  ¿por qué existirían libros clandestinos?  Sería porque alguien gusta de ellos verdad?  Entonces la raíz no está en los libros.

La siesta se toma en la tarde después del almuerzo, es una costumbre según la idiosincrasia de los pueblos.  Una actitud llevada al hábito.  Y un niño que ni idea tiene que hay libros clandestinos en su casa, pues se dedica únicamente a descansar, sino quisiera se dedica a jugar. 

Tiene que existir algún indicio que le despierte la curiosidad para llegar a hurtadillas a buscar "esos" libros; porque pueden incluso encontrarlos, en el supuesto de existir en casa  y  su misma inocencia hará que ni se enteren de qué se trata.

Bueno, eso es lo que yo creo, en este tema eres tú mi querida Delia la más indicada;  yo solo me guío por mi experiencia de niña; y desde luego jamás supe de ningún libro en mi casa que fuera clandestino. 

Si, me acostumbraron a la siesta, pero ni se me dio por auscultar mi cuerpo o a lo mejor sí  y nunca lo supe; ni menos por buscar libros prohibidos.

A mi me vienen hablar de mi cuerpo en la adolescencia y fue mi madre la que me advirtió sobre mis cambios hormonales.  Y supongo que eso también sucedió con mis hermanos.  Nosotros jugábamos a las comadres, a los yaxes, al mata gente, ludo, que se yo.  Y leíamos lo que había en la biblioteca de mi papi, que sino eran poesías, eran libros relacionados a la biblia, acaso novelas como Ana Karenina, La Guerra y la Paz,  Quijote de la Mancha,  Enciclopedias,  librotes que no nos gustaban porque eran puras letras,  preferíamos las de figuritas.

Pero bueno, no se  cómo sería en otros niños...

Gracias mi querida Delia, interesante tu publicación, debe ser porque eres pediatra!

Besos amiga!

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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