Mi ser te anhelaba y por eso te buscaba
no solo dentro de mi suspiro sino en el río
de un amor trajinado y verdadero
Tu rostro era un diamante que brillaba
mi cuerpo se erizaba, pero ya esperaba
que todo esto se materializara
Ese rostro medio difuso hoy lo disfruto
dentro de una complacencia meridiana
a la cual acompaño tu linda presencia
Tu cuerpo perlado en púrpuras sonrisas
son las que me llaman y me atraen
hacia el manantial de suaves caricias
El otoño de mi existencia se ha marchado
y hoy puedo decir que la primavera
está en su real y magnífico apogeo
MIro las aves como van en desbandada
formando círculos en el firmamento
y yo me digo soy feliz con tu portento
Mi mirada se centra en tu corazón
como aguardando una elongación
que me permita decirte eres mía
Nelson
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