VIEJA ESTACION DE TREN

[JORGE SERNOQUI]

VIEJA ESTACIÓN DE TREN

Cuando asoma la luna

por el borde del andén

iluminando los rieles

donde ya no pasa el tren

Un vagón descarrilado,

herrumbrado por el tiempo

va alargando su sombra

al carril de los recuerdos.

Los fantasmas de la noche

acechan a la estación,

y retumban los silencios

por donde estaba el galpón;

el viento mueve las puertas

y dan miedo los chirridos

y allá, al fondo del tinglado

hay un linyera dormido.

El paisaje yermo y triste

de un tiempo no muy lejano,

prioridad de economías

que nunca tienen arraigos;

amontonando gente; en villas

como si fuesen ganado

y se preguntan después

porque se despuebla el campo.

Vieja estación que ha quedado

testificando el ayer

del esplendor de un pueblo

que hoy se muere sin el tren,

es por eso que la noche

va acrecentando el dolor

del aislamiento de un pueblo

que ha muerto con la estación.

VIEJA ESTACIÓN DE TREN

Cuando asoma la luna

por el borde del andén

iluminando los rieles

donde ya no pasa el tren

Un vagón descarrilado,

herrumbrado por el tiempo

va alargando su sombra

al carril de los recuerdos.

Los fantasmas de la noche

acechan a la estación,

y retumban los silencios

por donde estaba el galpón;

el viento mueve las puertas

y dan miedo los chirridos

y allá, al fondo del tinglado

hay un linyera dormido.

El paisaje yermo y triste

de un tiempo no muy lejano,

prioridad de economías

que nunca tienen arraigos;

amontonando gente; en villas

como si fuesen ganado

y se preguntan después

porque se despuebla el campo.

Vieja estación que ha quedado

testificando el ayer

del esplendor de un pueblo

que hoy se muere sin el tren,

es por eso que la noche

va acrecentando el dolor

del aislamiento de un pueblo

que ha muerto con la estación.