UN SENCILLO FAVOR
Una mañana aquel hombre fue al supermercado con su esposa, estacionaron su auto,
y tan luego bajaron, se dirigieron a la puerta de entrada del establecimiento,
en donde estaban los famosos carritos alineados. Delante de ellos llegó
un señor de la tercera edad, con su mujer y trató de sacar de la fila
de los carritos uno, pero este estaba muy duro de mover, entonces el
recién llegado al ver esta dificultad intervino de buena voluntad,
y aplicando más fuerza logró sacar uno, y se lo cedió al hombre mayor,
y él al ver el gesto de atención, le dio las gracias y le tomó la mano
en signo de agradecimiento, y además le dirigió una cordial sonrisa.
Este buen hombre le devolvió la sonrisa y tomó otro carrito de la hilera.
Luego entraron las dos parejas al sitio comercial para hacer sus compras.
Este fue un sencillo favor, pero para el hombre al que le cedió el carrito,
fue algo muy significativo.
Así debieran actuar todos los humanos, dándose las manos, ayudándose
en todos los aspectos de la vida.
J. Jesús Ibarra Rodríguez.
México. D . R .
Imagen de Internet.
Comentario
Elias Antonio, amigo poeta, gracias por estar aqui en mis letras.
Un fuerte y fraternal abrazo.
Críspulo Rufino Cortés Cortés, estimado amigo poeta y escritor, bienvenido a mis letras.
Tus comentarios crean motivación.
Recibe hasta España mi amistad y un fuerte abrazo.
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