(Goya, Caprichos. Estragos de la guerra)
UN DESEO REALIZADO
En “Los caprichos” de Goya aquel hombre quería encontrar explicación de la vida toda. Poesía esperpéntica, sangre de toros y toreros coagulada en aguafuerte, doncellas violadas por las tropas invasoras. Allí estaba el espectáculo de la existencia de hombres, animales y cosas.
No salía sin el libro con los grabados de Goya y Lucientes; los veía en presencia de acciones humanas que pretendían asemejárseles. Si la ciencia trataba del cruel asesinato de una esposa sufriente, el azadón del marido se levantaba por encima de grises mandíbulas y rostro feroz; o era el fusilamiento del criminal o del enemigo político en el patio de ejecuciones de aquella novela contemporánea el mismo que llevaba en su libro. Pronto quiso ser como Goya, y comenzó a pintar sin colores en escenarios góticos, con personajes sombríos y burlones de la bondad humana.
Alcanzó técnica pero le faltaba arte: los retablos eran aceitosos monstruos que parodiaban los grabados del genio de Fuendetodos. El cansancio y el hastío fueron venciéndolo para hacerle abandonar sus intentos en la plástica. Sólo faltaba hacer la creación original de la vida, fuese toro, doncella o sangre.
Supimos que había sido condenado por el Gran Tribunal.
Comentario
Un cuento muy bueno ,con un dejo de frialdad ante los colores y la guerra
Gracias
mary
¡Precioso en su rica brevedad, querido Alejo! Así defino a tu cuento que disfruté leyendo. Agradezco compartir. Abrazonrisas y mis felicitaciones por tan lograda creación literaria que reafirma tu dominio en un género en el cual lograr la atención del ocasional lector es una tarea que demanda dedicación e inspiración.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
© 2024 Creada por Aimee Granado Oreña-Creadora. Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!
Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME