TRATOS CON EL DEMONIO

[Delia Pilar]

 ¿Existe alguien que, en algún momento no haya hecho este trato tan desfavorable? Pensemos que somos los únicos responsables de situación tan dolorosa. Abandonar nuestra gratificante vida propia a cambio de una frágil y falsa riqueza que, de la mañana a la noche, se evapora dejando tras sí una vida de dolor y penurias, con un profundo vacío en el interior, es una experiencia por la que la mayoría ha pasado. Nos hacemos conscientes, entonces, que cerramos un trato cruelmente desventajoso, un acto de autodestrucción que aniquila la vida instintiva y su apasionada creatividad. Esto ocurre cuando nuestro estado de vigilia está apagado, no estamos despiertos, cuando nuestros sentidos están semidormidos. En estado de duerme-vela “todos los gatos son pardos”. En este estado es cuando el demonio llama a la puerta (toc, toc…) y como sonámbulos le abrimos, le dejamos el acceso a nuestra vida y expedito el camino, sin percatarnos que es el depredador que engulle nuestra luz y se saborea con ella pues esta le atrae como a una polilla.

Es importante que tomemos consciencia que ese ser al que le damos existencia corpórea somos nosotros mismos con nuestras inseguridades y la falta de autoestima. ¡Lo alojamos y alimentamos en nuestro propio interior!

¡Si supiéramos que podemos prevenir esos tratos tan nefastos para nuestra vida hundiendo nuestras raíces en el Yo nutricio del que recibiremos el necesario sustento! ¿Somos conscientes de la tremenda resistencia ante los fracasos y caídas? ¿De todas nuestras “cicatrices de guerra”? Pues…  ¡Es necesario enarbolarlas como una bandera para que nos lleven a triunfos mayores en los que nuestras vidas florezcan como un árbol frutal en primavera!

 

Delia Checa – D. A. R.

Mendoza, Argentina

2023