TODO O NADA
Aquel dia de verano las vacaciones para Mario habían comenzado.Vivía en un pueblito rodeado de montes y su única diversión era salir cerca del poblado para cazar palomas o conejos con su resortera.Frisaba los doce años, y tenia el pelo castaño, ojos almendrados y físico robusto, de tal manera que parecía tener mas edad.
Salió de su casa después de comer algo ligero, con su resortera, una gorra para el sol y camisa de manga larga, para evitar el piquete de los mosquitos.Llegó a un pequeño arroyo y se llenó las bolsas del pantalón de piedras, para usarlas como proyectiles lanzados por su resortera.Avanzó hacia los cerros y de pronto miró un coyote que seguía a un topo,el por su parte el estaba atento a ver conejos o palomas del campo.Caminó un poco mas, hasta que llegó a un barranco rodeado de arbustos semi secos.Ahí sintió una rara sensación, al recordar que corría el rumor en el pueblo, de que en ese lugar se aparecía un hombre a caballo vestido de charro, que les ofrecía a quien lo viera un tesoro,el que tenía en un cueva escondido.La condición era que si entraban a la cueva, tendrían que sacar todo el oro que contenía una olla, y que si dejaban algo, tendrían que quedarse en la cueva para siempre.
De pronto se movieron los matorrales y se formó una tolvanera, y entre ella apareció un hombre vestido de charro. Mario quiso correr pero la voz del individuo lo detuvo- ¿Quieres oro? -le preguntó bajando del caballo.-todo será tuyo si entras a esa cueva que ves ahí cerca.Podrías ser muy rico para toda tu vida.La única condición es que no dejes ni una moneda en la cueva.El charro de aspecto rudo y enérgico, parecía echar fuego por lo ojos al hablar.
Después del susto Mario recapacitó en la condición en que vivía su familia, y le dijo que aceptaba ir dentro de la cueva.Si lo lograba ayudaría a mejorar la dificil situación que en su hogar existía.
Entró pues a la cueva en compañía del charro, el que a pocos pasos se regresó a la salida, quedando Mario solo en la cueva.De pronto miró una olla llena de monedas de oro, le brillaron los ojos de emoción y fue por ella, solo que estaba muy pesada y seguramente alguna moneda se le tiraría al tratar de llevársela.Sin embargo pensó rápido y encontró la solución.Tiró las piedras que traía en las bolsas del pantalón, y en ellas echó varias monedas de tal manera que la olla pesaba menos, y asi la pudo sacar de la cueva.
El charro que esperaba a la salida, le preguntó que si no había dejado nada.Mario contestó que nada. Para corroborarlo el hombre revisó toda la cueva. No había ni una moneda.
Así que le permitió al muchacho salir y alejarse con la olla.
Mario se regresó de inmediato a su casa, y les platicó todo a sus padres.
Ellos hicieron buen uso del dinero, y hasta en obras de beneficencia cooperaron.
Pero no solamente existía una olla llena de monedas en la cueva.Había más resguardadas por el misterioso hombre.
El charro está esperando en el barranco, por algún valiente que quiera su oro, con la condición de que se lleven todo o nada.
J.Jesús Ibarra Rodríguez
D.C.UHE.
D.R México. 2015.
Comentario
CLEMENTE MUJICA PONCE.
Estimado Poeta, gracias por estar aqui en mis letras.
Tu comentario es muy generoso.Que bien que te agradó el cuento.
Recibe un fuerte y fraternal abrazo.
Maria Adiela Londoño de Copete.
Gracias estimada Poeta Adiela, por felicitar a todos los Poetas Virtuales de la UHE.
Tu sentido mensaje reconforta.
Te envio abundantes abrazos fraternales.
Bendiciones.
Rafael Merida Cruz-Lascano.
Ilustre Maestro, gracias por disponer de tu valioso tiempo para visitar mi pagina.
Es un honor para mi, tu especial apreciación de mi trabajo literario.
Recibe un fraternal y cálido abrazo.
Bendiciones.
Maria Adiela Londoño de Copete.
Fina y activa Poeta, gracias por el valioso tiempo que tomaste para leer mi cuento.
Te agradezco infinito tu bondadoso comentario.
Mi gratitud te expreso por concederme este bello Destacado.
Recibe mi amistad de siempre con un afectuoso abrazo.
Bendiciones.
Francisco Pelufo Martinez.
Ilustre Poeta y amigo, gracias por tu gentil visita a mi pagina.
Espero que cuando llegues de visita a la cueva, también lleves las bolsas del pantalón llenas de piedras como Mario, para que te puedas llevar la olla de monedas de oro.
Buena suerte en tu viaje y éxito en tu peligrosa empresa en pos del tesoro.
Recibe abundantes abrazos fraternales.
Bendiciones.
Críspulo Cortés Cortés
Apreciado y gentil Poeta, gracias por tu amable visita a mis letras.
Tu comentario es muy generoso.
Un fuerte abrazo fraternal.
Elias Antonio Almada.
Estimado Poeta y amigo, es muy grata tu visita a mi pagina.
Te agradezco el alentador comentario.
Recibe un fuerte y fraternal abrazo.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
© 2024 Creada por Aimee Granado Oreña-Creadora. Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!
Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME