TODAVÍA TE SIGO AMANDO

[Venancio Ramón Castillo González]

                   ¡Todavía te sigo amando!            

 

Me levanté de repente, pensé que estaba soñando

Qué gran equivocación, ¡Todavía te sigo amando!

Ya que percibí tu aroma, tus ojos me acariciaron

Y me quemaste de nuevo, con la hoguera de tus labios

Sin habernos conocido, solo sabiendo los nombres 

Desnudamos nuestras almas, sin mentiras, ni temores

¡Qué Felicidad tan grande, pues conseguí las razones

No miramos nuestras caras, pero si los corazones.

 

Hoy no pude contenerme y dejé correr el llanto

Que desde hace mucho tiempo, mantenía represado

Y con inmensa sorpresa, cuando te sentí a mi lado

Me levanté de repente, pensé que estaba soñando

 

¿Era realidad o sueño? No sabría cómo explicarlo

Ya que te escuché reír y como niños jugamos

Correteando por la arena, agarrados de las manos

Qué gran equivocación, ¡Todavía te sigo amando!

 

¿Cómo poder olvidar? A la que tanto me ha dado

A la que tengo en el alma y en el corazón tatuados

Es verdad que deliré, no me apena confesarlo

Ya que percibí tu aroma, tus ojos me acariciaron

 

Después que como costumbre, como muchachos peleamos

Y en solo cinco minutos, nos habíamos contentado

Te juro volví a sentir, tu aliento acaramelado

Y me quemaste de nuevo, con la hoguera de tus labios.

 

Y escudriñe en mi memoria, buscándole explicaciones

¿Por qué? nos amamos tanto, ¿Por qué? tantas emociones

¿Por qué? aferrarnos cual niños, a ese mundo de ilusiones

Sin habernos conocido, solo sabiendo los nombres

 

Compartimos en confianza, alegrías y sinsabores

Con el aval del amor, sin que hubieran restricciones

Y en una entrega total, con un sentimiento noble

Desnudamos nuestras almas, sin mentiras, ni temores

 

Disfrutamos nuevas lunas, descubrimos nuevos soles

Percibimos la fragancia, de las más hermosas flores

Y solo logré aquietarme, después de muchos pelones

¡Qué Felicidad tan grande, pues conseguí las razones

 

Porque cambiaste mis noches, de tristeza y confusiones  

Por mañanas de alegría, colmadas de bendiciones

No tengo ninguna duda, uno pone y Dios dispone

No miramos nuestras caras, pero si los corazones. 

  Venancio Castillo

 Cantante-Escritor

   “Con el permiso de Cristo el Poeta del Amor”