SUEÑOS COLORIDOS

[Orlando Ordóñez Santos]

 

SUEÑOS COLORIDOS

 

Evanescente caída de alta catarata

tan sola tú sabes cómo pulverizar

la luz para en manojos teñir

las aureolas, policromía de matices.

 

Inmóvil, solemne, indolente, estoico

cual piedra prisionera de los abandonos

dime a solas ¿por qué estando muda,

eterno, llevaré tu carga noche y día?.

 

Tiritando hasta el neurálgico balbucear

sorbo a sorbo en esta cantimplora foránea

te llevo agitada, dulce y cristalina

dentro mis fluviales sentimientos.

 

Resbaladiza laja, estos tropiezos

hicieron de la redención, meditación

obligada, sin embargo al tocarte

se deslizaban hondas lágrimas de espera.

 

Mientras en los meandros ofuscados

del rumbo, escudriñaba sin tiempo

a cada uno de tus ademanes rítmicos

adentrándose al mismo insomnio desesperado.

 

Conjunción sideral capturada

en una puñada nocturna donde

la lluvia con su chasquido sobre la piedra

quedo nos hablaba de la brevedad de los sueños.

 

Orlando Ordóñez Santos

Derechos Reservados – Imagen de la Red

[Aimee Granado]

Y mientras continuamos visualizando sueños, por breves que sean, nos llegan como disparos de luces, hablan de nuestra esencia, de nuestros anhelos, de nuestras vivencias, nos sacuden, nos sorprenden, algunos con sus osadías otros con travesuras, muchos parecerán imposibles, pero para el amor no existe esta palabra . El soñar inspira al poeta, lo acicala, lo proyecta, lo transforma en verso para revolar en poesía.