SU ROSTRO, UN RAMO DE ROSAS ROSAS

Bajo el vidrio cóncavo celeste, en un puerto del sureste del país,Julio esta echándole gasolina a su pequeña barcaza.Es la década de los setenta y la tecnología no esta muy avanzada.Julio utiliza su pequeño bote para transportar turistas hasta una bella isla cercana.Las olas mueven acompasadas la barcaza mientras suben los paseantes.A los lados unos peces de color verde amarillo y alargados,nadan y saltan mostrando sus ojos sin pestañas.

Omar es joven y de rasgos agradables.Su pecho descubierto muestra pectorales de acero cubiertos de pelo negro, por donde escurren mezcladas gotas de agua con sudor.Su delgada cintura se mueve con diversas maniobras, y sus bíceps palpitantes se marcan cuando toma el timón.El pequeño barco enfila hacia aquella la porción de tierra en el inmenso mar.

El pelo negro de Omar hace juego con sus enormes ojos, sombreados por largas pestañas.Sus marcados labios se comienzan a resecar, pero sus piernas, dos columnas de mármol oscuro se mantienen firmes.

Avanza el bote y todos los turistas empiezan a charlar, mientras Omar viendo las risadas olas se pierde en sus recuerdos.Siempre le sucedía desde que dejó la tierra por el mar.

Se acordaba cuando vivía tierra adentro,con su mujer en una casa cerca de una laguna,y cuando se paraba en aquel cerro cerca de una peña, en donde decían que contenía cuarzos de esos que dan suerte y salud. Curiosamente siempre que se paraba ahí se sentía muy bien.Su esposa era muy bonita,con el pelo suelto y un bello rostro como un ramo de rosas rosas,recordaba Julio que al mirarla le nacía el deseo de besarla y acariciarla.También vino a su mente como llegaba el ocaso en ese lugar, con su tono amarillo escarlata, que se extendía como un velo transparente, inmóvil, apacible e intocable.Y que se deleitaba cuando veía que el sol se hundía con su corona radiada, devorado por la tierra que tímidamente lo apagaba.Y aquellas noches con su cielo brillante, que arrojaba estrellas fugaces para que los humanos pidieran un deseo, antes de apagarse y caer en forma de fragmentos silenciosos en los desiertos, cerros y mares.

Además recordaba aquellas nubes adormiladas, que pasaban despacio sobre las casas y los arboles, y como se alejaban cambiando caprichosamente de forma.

Ahora estaba en ese sitio, en esa playa donde se forman remolinos de espuma y arena, y el agua baña los cuerpos de las parejas de enamorados, que se hablan con los labios hinchados de tanto besarse, esos seres que salen del mar y se sientan bajo palapas, hechas de hojas de palma que crujen con la brisa y el viento, y que aveces alojan arañas en sus techos.Ahí descansan de las duras batallas amorosas los que se quieren.

De pronto una turista lo saco de sus pensamientos al preguntarle que cuando llegarían, a lo que respondió que pronto, señalando el mulle de la isla.La mujer de piel tostada por el sol y una blusa floreada,se aliso el pelo y sus ojos claros brillaron de contento.Pronto todos los paseantes bajaron del bote para pisar la arena caliente y disfrutar del ambiente.

Omar tomo un refrigerio y se preparo para regresar al puerto. El observa que los peces se sumergen mas abajo de la superficie evitando lo cálido de las aguas marinas.

Omar vuelve a echarle gasolina a su bote, mientras otros turistas suben a cubierta para regresar a tierra firme.

Su mujer lo esta esperando como todos los días, de este ir y venir a la isla.Finalmente esta vida les está gustando.

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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