Soy soledad que deambula,
por calles desiertas,
bajo un silencio profundo
en una agonía atroz.
Soy una aguada silueta
que se hunde,
descalzo,
dentro un mar sin color.
Soy un naufrago sin rostro,
en un desierto silente.
de donde,
no me puedo escapar.
Soy un esclavo oprimido
pagando,
una condena,
donde el culpable,
no he sido yo.
He buscado respuesta,
a este laberinto,
a esta confusión,
que me quedó,
después de mi muerte,
pero sólo consigo,
mas soledad,
ruinas y desesperación.
¿Será esa mi sombre,
o esa sombra soy yo?,
A veces sueño que vivo,
pero todo es ilusión
y continuo mi camino,
arrastrando,
mis pesadas cadenas
y siento mi alma,
como un desecho,
de un pedazo de una piedra,
que a nadie le importa,
porque,
soy sólo,
una sombra en el vacío,
que nadie nota,
porque no tiene perdón.
Pero lloró mi soledad,
entonces me pregunto,
en medio del silencio de la noche,
¿Será que no estaré muerto?
y en la confusión de mi existencia,
me interrogo,
¿Porque de mi expiación,
será por lo mucho,
que la amé yo?.
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