En aquel frondoso parque,
en los claros entre los arboles,
llenos de pastos y de charcos,
unos pájaros negros gritaban.
Eran como cinco o seis alados,
que ávidos agua tomaban,
el pico en el liquido metian
y enseguida lo levantaban.
Sus plumas tenían brillo metálico,
y al beber ellos se mojaban,
parecía que se bañaban
al aletear con ahinco.
Solo un sonido emiten,
porque asi nacieron,
y sin cambiar crecieron,
y en cantos no compiten.
Las aves después volaron,
y en unos alambres se pararon,
disfrutando del atardecer,
antes de viajar a sus nidos,
para dormir tranquilos,
esperando el nuevo amanecer.
J. Jesús Ibarra Rodríguez.
DC.UHE.
D.R.México.2016.
Comentario
Victor Izquierdo Bazán.
Estimado Poeta, gracias por visitar mis lineas.
Me alienta que te hayan agradado.
Recibe un fuerte abrazo fraternal.
Benjamín Araujo Mondragon.
Gracias estimado Poeta, por leer y comentar mi trabajo.
Abrazos con fraternal afecto.
Jorge Arturo Arízaga Andrade.
Gracia Poeta, por leer y comentar mi poema.
Abrazos fraternales.
Elias Antonio Almada.
Gracias Poeta amigo por leer y comentar mi texto.
Recibe un fuerte abrazo fraternal.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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