Mis palabras son como las estrellas
ellas no se ocultan,
no se puede vender el cielo,
tampoco la luz de la luna,
ni la fragancia del aire.
No destruyas la naturaleza
porque es como herir a tus hijos,
no le quites el aire al cóndor
porque lo matarías de dolor
por no poder volar en libertad.
Ama la vida de cada mañana,
y en el caminar escucha el cantar
de los pájaros,
percibe la belleza de la naturaleza,
presta atención al canto del arroyo
que en su serpentear va dando vida
al paisaje.
Por la huella que voy dejando
en el camino,
dejo mi tristeza,
mis recuerdos,
con la esperanza que al final
del camino encuentre la estrella
que ilumine mi destino.
Comentario
Gracias Beto, por tu apreciación ...
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