SECRETOS DE MELANCOLÍA

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

SECRETOS DE MELANCOLÍA

Secretos de melancolía

  

 

En el bosque antiguo, lleno de negrura,
todos me mostraban sus almas cual eran:
el pinar, borracho de aroma y sonido;
los olivos viejos, cargados de ciencia;
los álamos muertos, nidales de hormigas;
el musgo, nevado de blancas violetas. 

Todo hablaba dulce a mi corazón
temblando en los hilos de sonora seda
con que el agua envuelve las cosas paradas
como telaraña de armonía eterna. 

FEDERICO GARCÍA LORCA

 

En la noche oscura, cruel de soledades

iban por el bosque la tristeza mía y la vana

espera llena de negrura: un pinar beodo

les detuvo al paso y un anciano olivo

a la vana espera le hizo tropezar;

un álamo en tanto  tiró a la tristeza

y la hizo llorar. Y el bosque, en conjunto,

reía a carcajadas con ecos tan graves

que unió a las arpías y otras aves

más. Una letanía de sueños lejanos

se fue por el monte para no mirar.

[MARGARIDA MARIA MADRUGA]

Bello. Gracias.

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Muy buena tarde de sábado y bendiciones querida María Beatriz; salud ante todo...!

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Mil gracias querida Delia Pilar por tus comentarios agudos y tu benévolo destacado; buenaventura!

[Donald]

  Y así va pasando la vida. Entre idas y venidas va el trovador soñando con bosques floridos y aire puro.

 En tus letras me recreo. Gracias poeta Adolfo. Donald

[Ma. Gloria Carreón Zapata]

Un lujo la lectura de sus bellos y melodiosos versos escritor, lo felicito, saludos cordiales.

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

Tus letras tienen sonoridad mi querido Benja,  hiciste un buen trabajo!

No se donde está la rima pero al leerlo, sentí musicalidad.

Miles de gracias,  cariños

[Delia Pilar]

Precioso poema, Benjamín. Las imágenes están muy bien logradas; de qué forma tan bella cada árbol , de acuerdo a sus características, evoca un determinado sentimiento.  Felicitaciones y gracias por compartir tu Arte.  Es un placer leerte. Te dejo mi reconocimiento.

un álamo en tanto  tiró a la tristeza

y la hizo llorar. Y el bosque, en conjunto,

reía a carcajadas con ecos tan graves

que unió a las arpías y otras aves

más.