ROMANCE DE SOLEDAD
Paso revista a los años.
A los años que se fueron
y recuerdo a Soledad,
rubia de largos cabellos,
que con sus bonitos ojos
y su estilizado cuerpo,
mantenía alborotados
a los chicos de esos tiempos.

Soledad nació en un campo,
en un campo petrolero,
y era más feliz que un niño
chupándose un caramelo.
Allí transcurrió su infancia
entre juegos y colegio.
Entre el olor de los mangos
los mereyes y cerezos
y las eventuales fiestas
que ocurrían en el pueblo.
Su padre era un respetable
empleado de correos,
que con su conducta daba
el mejor de los ejemplos,
y Soledad fue formándose
para dominar los retos.

A las muchachas hermosas
la persiguen los jilgueros.
La joven oyó los trinos
y consiguió un compañero.
Con el que contrajo nupcias
y permaneció en el pueblo,
porque el dueño de su amor
era un joven ingeniero
que trabajaba en el campo,
en el campo petrolero.

La felicidad rondaba
en ese hogar dulce y bueno.
Vinieron los querubines
y luego alzaron el vuelo.
Los esposos con los años
se fueron poniendo viejos,
pero estaban trabajando
para ganarse el sustento.

La dicha duro muy poco
por el cambio de gobierno.
Sacaron de sus trabajos
a los que no eran adeptos
a la doctrina malsana
de unos cuantos fariseos.
Soledad y su consorte
se apartaron de ese infierno.
Después sus hijos también
se fueron al extranjero,
porque la plaga reinante
pagaba míseros sueldos,
faltaba la luz y el agua,
junto con los alimentos,
pero algunos lo obtenían
con dinero verde y bueno.

Hoy me encontré a Soledad.
Tiene a su marido enfermo.
Sin embargo, ella conserva,
muy lúcido su cerebro.
Por su país pide tanto
en sus cotidianos rezos.
Se le nota más inquieta
que párvulo sin tetero.
Mi dijo que unos agentes,
de los barrios comuneros
le ofrecieron un carné
para obtener alimentos.
Vienen en caja cerrada
con el sello del gobierno
y es más valioso el cartón
que el contenido de adentro.
¡Ay, Soledad como sufre
la gente humilde del pueblo!
La soledad te ha llegado
preñada de sufrimientos.
Pero siempre ten presente
que los elfos del infierno,
están empleando el hambre
para lavarte el cerebro.
Soledad tú no eres pez
para morder el anzuelo,
ni eres mujer que traicionas
los sentimientos del pueblo.


Freddy Belisario Capella.
The Woodlands. Texas.
Diciembre 27/2020.

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Comentario

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PLUMA ÁUREA
Comentario de Maria Beatriz Vicentelo Cayo el diciembre 27, 2020 a las 7:39pm

Soledad se quedó o se fue al extranjero?  Y en el extranjero le dieron el carné para alimentos?  

Soledad y su consorte
se apartaron de ese infierno.
Después sus hijos también
se fueron al extranjero,
porque la plaga reinante

............................

  Muy bien manejada la rima del romance mi querido Freddy!

Felicitaciones!

Como siempre, grato leerte!

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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