RESCATE DEL AYER

[Delia Pilar]

Yo soy de los del montón.

                 No soy flor de invernadero.

                     Y como el trébol campero

                            Crezco, sin hacer barullo.

                            Me aprieto contra los yuyos

                            Y así lo aguanto al pampero”

                                                                              Atahualpa Yupanqui

 

 

Recuerdo un rostro bravío

con ojos llenos de estrellas...

alejando su mirada pretendía

ocultar la tristeza sustentada

por todo un pueblo sumergido,

por todos los que carecen de voz...

en ella sólo era normal lo sincero,

entregaba el corazón

ardiendo en cada lucha.

 

Se cruzó en mi camino

con la ingenua

simpleza del anonimato.

La vida abultaba, entonces,

su cintura de arena.

Rauda y feliz se perdió

en laberintos de mi memoria

dejando su sencillez

como un dato...

 

aquel mar embravecido

me sumió en sus fauces...

llevándome por submundos

de razas infrahumanas.

Y el mismo vendaval

depredador de pueblos

la tornó errabunda

y nunca más la vi...

sin un adiós...

 

años negros de vivir luchando...

para escapar al golpe artero.

¡Cuánto habrá sufrido!

Sin emitir una queja…

ni un dolorido suspiro...

¡ni un lamento lastimero!

 

Pasaron años de pobreza,

tristezas y horror...

Me premió volviendo

a encontrarla.

Es que en ella nunca valoró

sino en otros,

esa sumatoria de cosas pequeñas,

esas pinceladas de actos heroicos

que adornan su perfil torneado

por los golpes del martillo

de la vida que fue cincelando

rebeldías y luchas,

modelando esa condición sublime

del ser que, como antorcha,

porta un ideal.

 

Delia Checa

De mi libro “Perfiles de Mujer”

Mendoza, Argentina

2015

 

 

 

 

 

[Delia Pilar]

Muy agradecida, Lucía, por tu comentario.

[Delia Pilar]

Gracias, Beatriz, por tu lectura y opinión. 

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

La última parte está bonita.  Todo ser humano tiene en si, algo o bastante rescatable.  

Gracias Delia, pero no se de quién me hablas, para opinar al respecto;  y ahorita con esta laptop no puedo detenerme a descifrar nada.  Leí lo de Atahualpa y el se refiere al hombre del campo pero tú?  No se a quién te refieres, hay tantas personas pobres y tristes que en vez de levantar el ánimo con lo que vivimos, tan solo con mirarla, nos deprimimos.  Yo en verdad LES HUYO!!  No me gustan las personas quejumbrosas y a mi no me inspiran hacerles pero ni media letra. 

Un abrazo,  seguro que otros te van a comentar y darán con la persona de quien te refieres!!

Pero vengo de leer un tren desde hace días, de Benja que habla de una pesadilla y ahora tú de la mujer pobre y triste!!  ¿Por qué la gente se empecina en ver el lado luctuoso de la vida?  Así sea triste, veamos el lado alegre de su vida  ¿no la tiene?  Hijos, sembradíos, cosechas?  O sea esta vida no sirve para nada, todo es penar, llanto y pesadillas.  ¡Qué poetas para lúgubres!

Besos