POR MIS SUEÑOS.

 

Xalapa, Ver., domingo 21 de julio de 2013, 23,10 hrs.

 

No se asume como poeta pero escribe muy buenos poemas. Caminante, camina su camino en soledad, busca, encuentra. “Caminé bajo tormentas / bajo el inclemente sol / subí montañas, crucé los ríos, / te encontré.” Desde pequeño le gustaron ciertos libros, quizá no los de los autores clásicos, quizá no los de Víctor Hugo, de Dumas, de Balzac, pero sí las historias de detectives; y su padre, consumado lector, compraba para el niño paquetes de libros, de esos que se encuentran a buenos precios en las librerías de viejo que abundan en la calle de Donceles del Distrito Federal, libros que hasta la fecha le sigue trayendo cada vez que se da una vuelta por Xalapa.

 

Camina; vuela: “Soy un hombre con las alas extendidas, muriendo a la vida, viviendo en este sueño. / Los ángeles se acercan y me dan la bienvenida, les alegra verme entre ellos.” Sensible, es un hombre que se conmueve profundamente tan sólo con tener por un momento entre las suyas las manos de su amada. “Miro tus ojos, toco tus manos / gozo el momento en que juntos estamos / breves segundos que saben a gloria, / que guardo en secreto aquí en mi memoria.”

 

Solitario, se desata su furia, añora la presencia femenina, ésa que puede aportarle el calor que necesita. “Quiero apuñalar mi soledad, desgarrarla y arrojarla lejos; / sentir la calidez de la dulce compañía, sentir la tibieza de un cuerpo junto al mío”. Ascético, franciscano, no se lamenta por las heridas sufridas a lo largo del sendero: “Camino entre espinas, senderos de olvido / No lloro, no grito, no busco refugio para reposar este cuerpo dolido. / Mis huellas de sangre atrás van quedando / mudos testigos de mi caminar.” Y es invisible para los otros, los indiferentes: “Mi rostro es transparente, nadie me ve”. Y les dice sus verdades: “Estoy sin estar en un mundo saturado de falsos valores, / de hipocresía y lenguas viperinas que lastiman, matan” […] “¡Hipócritas! ¡Saben bien que sus adentros están más sucios que mis ropas! / Mejor que no me miren, / me podrían contaminar con su mirada.”

 

Y así… En unas cuantas páginas de una plaquette que contiene apenas 22 poemas, encontramos el universo de un escritor, o del álter ego de un escritor preocupado e interesado por los temas que desde siempre le resultan consustanciales al ser humano: La soledad, la muerte, los valores que guían sus acciones, el amor… Es el trabajo de un poeta en plenitud, trabajo que inconsciente y tímidamente comenzó en la infancia y que hoy se muestra maduro y seguro de sí mismo a los ojos del lector que quiera seguirlo a través de su poesía. ¿El título de la plaquette? Por mis sueños. ¿El nombre del autor? Carlos Eduardo Lamas Cardoso. Mi gran amigo.

Octavio A. Rodríguez Yelmi (oary).

 

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