PERSONAJES DE MI TIERRA.

[Càstor A. Olivier O.]

El Vendedor de Miel. (1)

Mulato de tez ahumada, pintoresco, carismático y una sonrisa cordial, en la cabeza un sombrero de cogollo puntiagudo, maltrecho y enmohecido por el sudor de su frente, aspecto primitivo, mestizo excéntrico de reciedumbre indígena. Hombre de nuestra Tierra, eterno caminante de calles y caminos con su mochila acuesta, envejecida por el paso de los años, se encuentra en todas partes como sombra viviente. Lo he visto en calles de San Félix, también en Puerto Ordaz y en los caminos largos en busca de panales de abeja edulcorados, camina por mi Barrio: Francisco de Miranda, lo vi en el Cementerio cuando visitaba la tumba de mi Madre. Eterno caminante con su morral repleto de botellas, rellenas de ambrosía, dulzura y más dulzura, con su mezcla de oro de ese amarillo espeso del polen de las flores.
El Vendedor de Miel, de aspecto silencioso y lento caminar, seguro de sí mismo, cauteloso, humilde y una botella en la mano que brilla con el sol, su almíbar interior como oro bruñido que encierra la dulzura de la flor natural. Artífice incansable de original faena, camina bajo el sol, la lluvia y el sereno, en la noche o el día y nada lo detiene, avanza cuesta arriba, transita cuesta abajo y en su peregrinar conoce rostros jóvenes, y al anciano y al mendigo, conoce tantas cosas: Raudales de riquezas, humildad y miserias, se aferra a las mil caras del sol y de la luna, en la noche y al día, carros que casi lo atropellan cuando cruza las grandes Avenidas.
Encuentra tantas cosas que lo alteran o lo intimidan, observa las muchachas cuando le pasan cerca y lo miran, de pantalones cortos, o tentadoras minis, y le mira sus piernas igual que sus botellas relucientes de almíbar color oro o el brillo de una estrella. El Vendedor de Miel se aferra a su trabajo, es parte de su vida, su sombra vacilante se quiebra en las aceras cuando la tarde gris lo envuelve entre las sombras y se pierde con su voz afónica que apenas se percibe: Miel de Abejas… Miel de Abejas… Miel de Abejas…

© Cástor A. Olivier O.
El hijo del Cisne.
Venezuela.