Un sol moribundo e inmóvil…
el viento, implacable,
sacude las melenas rojizas
de la arboleda.
Una luz diurna más intensa
y las sombras casi transparentes.
Un perfil montañoso nítido
sobre el cielo plateado.
Los guijarros del camino
se han transformado en gemas,
brillantes y resplandecientes
-bella ofrenda para un dios-.
El rocío engalana
cual lágrima o diamante
las briznas de hierba
y las últimas flores.
Un enlutado cielo
con oscuras nubes
garúa heladas y finas gotas
sobre despojada floresta
-refulgen en la desnudez
impúdica del paisaje-.
Mientras en lo profundo
de la Tierra reina
una apacible quietud…
Delia Checa - D. A. R.
Mendoza, Argentina
Comentario
Te agradezco, Mary, tu lectura y bello comentario.
Tus lineas y la imagen nos lleva a admirar este paisaje invernal
Precioso!
mary
Muchas gracias, Teodora.
¡Muy grato tu comentario!
Cariños.
¡Toda mi gratitud, querida Aimée, por tus bellas
palabras y el destacado que es muy grato!
Cariños.
Mientras en lo profundo
de la Tierra reina
una apacible quietud…
¡Qué bellas imágenes utilizas mi querida Delia, para ilustrar ese paisaje que enriqueces con bellísimas metáforas aún en medio de la gelidez y de la sobriedad de un invierno crudo!
En tanto la belleza se desborda y el rocío luce sus perlas para divinizar la creación, mientras la armonía trina sus bondades para recrear el ingenio de tu hacer poético que siempre nos sorprende y nos seduce.
¡Felicitaciones amiga querida!
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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