Necesito escucharte mi bella princesa,
susurrándome con el silencio de tu voz:
¡Ven a mi y deja atrás toda la maleza
enrarecida, por ese amor tan precoz¡
Necesito sentir la cadencia de tus labios
ensartados en los míos, como los efluvios
que se van confabulando en disturbios
cadenciosos, dentro tus muslos tibios
Necesito tus caricias perpetuas en mi piel,
echando raíces de pasión en cada poro
encendido y fulgurando toda la miel;
porque tu eres la mujer que adoro
Necesito creer que te preocupas por mi,
en esas largas horas donde el frenesí
se apaga, y aparece cierta elongación
como complemento de alguna tribulación
Necesito tener tu cuerpo junto al mío
con entera disposición y en libre albedrío
para conjuntar nuestras pieles en el bohío
ya que tu cuerpo para siempre será mío
Nelson
Comentario
Gracias por compartir tu inspiración reflejada en estos pasionales versos.
Felicitaciones.
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